Explicaron que llegaron al punto de proteger con armaduras de hierro y candados las lámparas para evitar que sean robadas.
Imágenes de circuito cerrado de un local de comidas rápidas de la zona muestran cómo los malvivientes roban lámparas e incluso cables, dejando con corriente eléctrica las estructuras metálicas del negocio gastronómico.
Los vecinos aseguran que conocen a todos los presuntos ladrones, que serían adictos al crac de la zona y que en más de una ocasión ya fueron detenidos por la Policía Nacional, quienes los llevan hasta el calabozo de la comisaría, pero en menos de seis horas nuevamente son liberados.
Resaltaron que incluso los policías ya no hacen caso a las denuncias, porque son constantes los hechos, ya que tampoco encuentran una solución por ser delitos bagatelarios. Una vecina relató que se llevaron el medidor de energía eléctrica de su casa, dejándola sin el servicio durante más de una semana.