Además, y según los datos facilitados hoy por el Departamento de Salud de Puerto Rico, en la isla se han registrado ya al menos tres muertes de personas con zika, lo que no quiere decir que el virus fuera la causa de su fallecimiento.
Por lo que se refiere a las embarazadas -una de las variables que más preocupa sobre este virus, ya que su presencia en las mujeres gestantes ha sido vinculada a defectos congénitos en sus hijos-, hasta el momento se ha confirmado el contagio de 1.517 mujeres desde que el virus se detectó por primera vez en la isla el pasado 31 de septiembre.
Esa cifra es cerca de un 10 % superior a la facilitada hace tan solo una semana, cuando se habían contabilizado 1.384 casos de mujeres embarazadas y portadoras del virus. En la semana anterior el incremento fue del 11 %.
En el conjunto de la población el virus se ha confirmado en 17.871 personas, aunque se sabe que en realidad el número de puertorriqueños que han contraído zika es mucho mayor, ya que en muchos casos este no provoca síntomas o son tan leves que los afectados no acuden al doctor.
De hecho, de todas las mujeres embarazadas que dieron positivo en la isla, 535 (el 35 %) ni siquiera tuvieron síntomas de zika, sino que se enteraron de que lo tenían gracias a las pruebas a las que muchas de ellas se someten por precaución o por recomendación de sus ginecólogos y obstetras, a los que las autoridades locales han instado a hacer un seguimiento cercano.
Este virus es transmitido por el mismo mosquito que porta el dengue y el chikunguña, dos virus que están también muy extendidos en la isla, lo que hace que los puertorriqueños estén relativamente habituados a este tipo de enfermedades.
Hasta el momento, y desde que el zika llegó a la isla por primera vez el pasado 31 de septiembre, se han registrado al menos 144 hospitalizaciones vinculadas a este virus (12 de ellas en la última semana estudiada), lo que supone cerca del 1 % de los afectados contabilizados.
También se han contabilizado un total de 45 casos de Guillain-Barré, un síndrome neurológico autoinmune cuya incidencia también ha sido vinculada al zika y que puede provocar incapacidad para sentir dolor u otras sensaciones, parálisis de partes del cuerpo y en raros casos la muerte.
Para prevenir el contagio de este virus, para el que de momento no hay vacuna aprobada ni tratamiento, se recomienda utilizar potentes repelentes de mosquitos, ropa larga y de colores claros, evitar la formación de criaderos (agua estancada) e instalar mosquiteras metálicas en puertas y ventanas.
A las mujeres embarazadas también se les recomienda utilizar condones cuando mantengan relaciones durante todo el periodo de gestación, ya que este virus también se contagia por transmisión sexual, y se recuerda que la pareja no necesariamente será consciente de haber contraído el zika.
“Tenemos que protegernos y proteger a la mujer embarazada. Hay que continuar tomando las medidas de prevención que semana tras semana he recalcado”, dijo hoy la secretaria de Salud de Puerto Rico, Ana Ríus, al presentar estos datos.
En ese sentido, apuntó que se deben “eliminar criaderos, utilizar ropa de colores claros y que limite la cantidad de piel que quede expuesta, utilizar repelente e invertir en telas metálicas para puertas y ventanas”, para así “crear una barrera que nos ayuda a combatir este virus”.
Los síntomas principales asociados al zika son sarpullidos, fiebre, dolor en las articulaciones y conjuntivitis sin secreción, apuntó Ríus, quien pidió que “si alguna persona presenta uno de estos síntomas debe visitar a su médico y pedir que se le haga la prueba para detectar si en efecto tiene el virus”.