“La Congregación Misioneros del Verbo Divino respeta la decisión personal de monseñor Fernando Lugo de renunciar a su ministerio episcopal”, expresa el padre Santiago Puthankudy, quien aclara que sus declaraciones son a título personal y no en nombre de los verbitas.
En su opinión “El (Lugo) no puede estar indiferente a lo que acontece en la sociedad y quiere hacer algo. En eso nosotros ya no tenemos nada que opinar”, aclara.
Por eso “no hubo ningún tumulto interno dentro de la Congregación” cuando anunció su dimisión.
¿Quiénes somos nosotros para cuestionarle?”, se pregunta el padre Santiago.
Fernando Lugo, agrega, se formó y creció con ellos en la Congregación. Se ordenó sacerdote y llegó hasta el cargo de provincial. Después, lo nombraron obispo de San Pedro del Ycuamandyyú donde sus co-hermanos misioneros verbitas lo apoyaron en algunas tareas pastorales. “Como parte de la familia del Verbo Divino, la Congregación asumió el compromiso de apoyarlo como obispo y así asumimos la dirección de la parroquia San Blas, de Guayaybí. Siempre hemos tenido la posibilidad de estar en contacto con él y de realizar trabajos juntos, durante los 10 años en San Pedro”. cuenta.
Al renunciar a la diócesis en el 2005, Lugo se reincorporó a la Congregación y fue designado director del colegio Verbo Divino, en Asunción, hasta que después de la marcha del 29 de marzo del año pasado se precipitaron los hechos que finalmente lo llevaron a presentar renuncia como obispo ante el Vaticano para candidatarse como presidente de la república. “Ante cada acontecimiento que fue surgiendo, él compartía con nosotros cada paso que iba a hacer. Cuándo le preguntamos cuál era su proyecto, siempre estuvo dispuesto a compartir con nosotros”, relata el misionero verbita párroco de San Alberto, comunidad ubicada a 95 km de Ciudad del Este.
El padre Puthankudy dice que la experiencia de los miembros verbitas con Lugo está llena de gratos recuerdos. “Lo valoramos y respetamos, por eso llegó a ser el superior y por eso también el Vaticano lo nombró obispo”, resalta. Para el cura, Lugo es libre de tomar decisiones y la Congregación no tiene nada que explicar.
Misioneros verbitas
La Congregación Misioneros del Verbo Divino cuenta con 72 religiosos en estos momentos en Paraguay. El superior es el padre Carlos Melvin.
Desarrolla su tarea en el Alto Paraná, Canindeyú, Encarnación, Villarrica, San Pedro, Caacupé y Asunción. Su enfoque pastoral es en comunicación, animación bíblica, misionera y justicia y paz.