Por Herbert Lash, de REUTERS
Nueva York-EEUU
El presidente venezolano, Hugo Chávez, que posee los bolsillos llenos de dólares por los altos precios del petróleo, conquistó simpatizantes en todo Latinoamérica, pero los empresarios ven con recelo sus nacionalizaciones y su retórica antiestadounidense.
Si bien Chávez atrajo una enorme publicidad el mes pasado al opacar una gira del presidente de EEUU, George W. Bush, por cinco países de la región, su estilo es contraproducente y poco amistoso para los hombres de negocios, según los ejecutivos entrevistados en un Foro de Reuters sobre inversión en América Latina.
“Huiría de Venezuela como el diablo de la cruz”, dijo Francisco Valim, presidente ejecutivo del operador brasileño de televisión pagada Net Servicios.
Pero hablar es una cosa y hacer es otra, dijo Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, sobre Chávez, quien también es conocido por pagar sus cuentas a tiempo y sin quejarse.
Tras anunciar la nacionalización de activos eléctricos y de telecomunicaciones a comienzos del 2007, el mandatario acordó pagar precios de mercado.
“No nos preocupa mucho lo que diga Chávez. Alguien dice: mira lo que hacen y no mires lo que dicen”, dijo Rattazzi.
Sin embargo, la imagen daña. El riesgo subyacente en Venezuela dificulta negociar en el mercado, según Sebastien Chatel, gerente de mercados accionarios de UBS, uno de los mayores colocadores de títulos de empresas en Latinoamérica.
“Realmente, no es una historia muy vendible en este momento”, dijo el ejecutivo.
Sin embargo, Chatel dijo que hay inversores, especialmente de fondos de capitales privados, que están a la caza de activos baratos en Venezuela, donde los altos precios del petróleo han generado un auge del consumo.
El multimillonario mexicano Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo, dudó de que las nacionalizaciones que realizó Chávez en Venezuela puedan repetirse en otros países de Latinoamérica porque la mayoría de los gobiernos de la región necesitan inversión privada.
Muchos países latinoamericanos no pueden darse el lujo de asustar a los inversores privados, dijo Slim.
El planteo de Slim fue acogido por NII Holdings Inc., un operador telefónico de EEUU con negocios en Argentina, Brasil, México y Perú.
“Dado el clima actual, no tenemos planes para Venezuela”, dijo el portavoz de NII Holdings, Tim Perrott.
Arturo Acevedo, presidente ejecutivo de la siderúrgica argentina Acindar, dijo que los fuertes lazos que estrecharon Chávez y el presidente argentino, Néstor Kirchner, no son apropiados, correctos ni inteligentes.
“Creo que la actitud que está tomando (Chávez) es totalmente retrógrada, equivocada y que afecta la imagen de Argentina, no solamente con EEUU sino a nivel mundial”, dijo Acevedo.
Mientras Bush visitaba Uruguay, como parte de su gira regional, Chávez reunió a miles de simpatizantes en un estadio en Buenos Aires contra el mandatario estadounidense.
“A largo plazo perjudicará a su país”
La retórica antiestadounidense no molesta a Gary Garrabrant, presidente ejecutivo de Equity International, quien dijo que a pesar de ser patriota y de estar orgulloso de ser estadounidense, los comentarios de Chávez no lo afectan. “No fuimos amenazados por Chávez (o) desafiados por Chávez”, dijo Garrabrant, quien se desprendió del activo inmobiliario de su empresa en Venezuela el año pasado por el temor a que se volviera más difícil venderlo.
“Como un inversor, vivimos del adagio de que la liquidez implica valor y vimos que la liquidez se secaba y podríamos haber sido, francamente, uno de los últimos en obtener liquidez en Venezuela, dijo el ejecutivo. A largo plazo, Chávez no va a ayudar a Venezuela, dijo
Garrabrant. Curiosamente, Garrabrant comentó que conoció a Chávez en Washington poco después de que asumiera la presidencia, en momentos en que vendía las virtudes de Venezuela. “Qué irónico. Le vendía al gobierno de EEUU (y) a los inversores institucionales el concepto en ese momento de comprar deuda soberana emitida por Venezuela”, dijo Garrabrant. “Cómo han cambiado los tiempos”, agregó.