Analistas proyectan que los países del Golfo Pérsico serán la principal fuente de papel. Arabia Saudita podría vender deuda por más de USD 25.000 millones, en lo que sería un récord. Empresas de Brasil y Rusia podrían acudir también al mercado alentadas por condiciones casi perfectas.
Hay una fila de espera porque los costos del endeudamiento soberano en mercados emergentes han caído bajo el 5 por ciento en las últimas semanas hacia los mínimos históricos desde 2012, época en la que el estímulo monetario de la Reserva Federal estaba en pleno auge.
Esta vez, el impulso son las tasas de interés miserables en los mercados desarrollados, que están obligando a los inversores a buscar en otros lados, así como un repunte en los precios de las materias primas y casi 10.000 millones de dólares que buscarán un destino cuando una serie de bonos soberanos maduren este mes.
Arabia Saudita será vital para que el monto total se acerque a los USD 100.000 millones. El emisor ha estado hablando de su primera gran venta de bonos y algunos banqueros en Oriente Medio estiman que los saudíes podrían superar el récord de USD 16.500 millones de una emisión de Argentina en abril, cuando regresó a los mercados.
Según Guido Chamorro, gestor de activos de Pictet, algunos emisores podrían querer adelantarse para evitar que los saudíes absorban toda la demanda. reuters