Reuters
Gaza
Los tiroteos entre seguidores de Hamás y fuerzas leales al presidente palestino, Mahmud Abás, rugían ayer en la Franja de Gaza, donde al menos seis combatientes murieron, lo que reavivó los temores de una guerra civil.
Más tarde, jefes de seguridad de Fatah y Hamás acordaron retirar sus fuerzas de las calles, anunció un funcionario palestino de alto rango. Una tregua anterior fracasó en 24 horas y no estaba claro si la actual, que fue mediada por enviados egipcios, se mantendría.
El número de muertos del martes fue el más alto desde que la lucha interna se intensificara durante el fin de semana. Cuatro de las seis víctimas fatales murieron en enfrentamientos callejeros. Los cadáveres de dos guardias de seguridad de Abás fueron hallados horas después de su secuestro, dijeron funcionarios de hospitales.
Preocupados porque los graves incidentes comenzaban a salirse de control, países de Occidente y árabes pidieron el cese de los enfrentamientos.
La violencia interna palestina, la peor en una década, aumentó desde que Abás convocó el sábado a elecciones anticipadas para tratar de salir del estancamiento político con el gobierno de Hamás, que acusó la medida del presidente de un “golpe militar”.
El primer ministro palestino, Ismail Haniye, un importante dirigente de Hamás, reiteró en un discurso que fue transmitido en vivo por televisión que el movimiento rechaza la convocatoria a elecciones de Abás. Hamás ha señalado que boicoteará los comicios.
Haniye acusó a Estados Unidos de dirigir los esfuerzos para derrocar su gobierno.
En la ciudad de Gaza, los civiles empezaron a huir en busca de lugares más seguros y algunos locales comerciales cerraron, al tiempo que hombres armados participaban en enfrentamientos con armas automáticas y granadas.
La potencia regional, Arabia Saudita, instó a los palestinos a superar sus diferencias.
El Ministerio del Interior, administrado por Hamás, precisó que funcionarios de seguridad egipcios habían alcanzado un acuerdo con los miembros de las fuerzas rivales para que abandonen las calles y retornen a sus cuarteles.
Hamás y Fatah intentaron durante meses formar un gobierno de unidad para terminar con una lucha de poder, pero las conversaciones fracasaron. Hamás derrotó a Fatah en las elecciones de enero pasado.