Más allá de la decisión acertada del Gobierno Cartes de volver al seno del Mercosur en el 2013, dice, la política exterior paraguaya perdió el carácter proactivo que había tenido con los gobiernos de Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, y “volvió a su tradicional rol pasivo y defensivo en la integración regional”. No obstante, visualiza una sola iniciativa importante y en conjunto con el Uruguay de proponer y trabajar para la reducción de las trabas no arancelarias y paraarancelarias interpuestas por los dos grandes del Mercosur.
Las decisiones del Mercosur que han llevado a un acuerdo sobre compras gubernamentales (de las cuales el Paraguay se excluyó), un acuerdo sobre el régimen comunitario de inversiones y las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión Europea han tenido al Brasil como actor principal, explica. Y estos tres temas han sido los hitos principales del Mercosur en los últimos cinco años, aclara.
Resalta que uno de los principales logros del Paraguay en gobiernos anteriores a Cartes ha sido la obtención preferencial de donaciones del Focem, que han servido principalmente para importantes obras de infraestructura. El primer periodo del Focem ha culminado en el 2016 y se ha aprobado un Focem II por los próximos 10 años. “Al parecer no ha figurado en la agenda del Gobierno Cartes trabajar para que se dé inicio a esta segunda fase del Focem y para presentar proyectos con los montos todavía no desembolsados del Focem I para el Paraguay”. Es decir, que el tema de asimetrías en la región, que había sido introducido por el Paraguay en la agenda del Mercosur, se ha dejado de lado en esta administración de gobierno, asegura. Más allá del Mercosur, el Gobierno Cartes se ha propuesto poner énfasis en la agenda bilateral, principalmente con el Brasil, y en lo concerniente a la atracción de inversiones de ese país.