Por Matt Apuzzo, de AP
Blacksburg-Virginia
Cho Seung-hui, el estudiante surcoreano causante de la peor matanza a tiros en la historia de Estados Unidos, fue objeto de la burla de sus compañeros cuando era un alumno del colegio secundario, debido a su timidez y a la extraña manera en que hablaba, dijeron algunos de sus ex compañeros.
Stephanie Roberts, de 22 años, quien estudió con Cho en el colegio Westfield High, dijo que amigos de ella comentaron que muchos se burlaban del estudiante de origen surcoreano quien mató el lunes a 32 personas en la universidad Virginia Tech, y luego se suicidó.
''Había algunas personas que eran realmente mezquinas con él, que lo empujaban y se burlaban de él’’, dijo Roberts. ''Él no hablaba inglés realmente bien, y ellos se burlaban’’.
A su vez Chris Davids, quien estudió con Cho en el 2003, recordó que el joven casi nunca abría la boca e ignoraba intentos de otros para iniciar una conversación.
En una ocasión, en la clase de inglés el profesor hizo que los estudiantes leyeran en voz alta de algún texto literario, recordó Davids. Cuando le tocó el turno a Cho, este se quedó silencioso. El profesor amenazó a Cho con una mala nota si no leía, y entonces el joven comenzó a leer con una voz profunda y extraña, que sonaba ''como si tuviera algo en la boca’’.
''Tan pronto como comenzó a leer, toda la clase se largó a reír, a señalarlo, y a decir, ‘Vuélvete a China’'', señaló Davids.
CUANDO ERA NIÑO. Por otra parte, un periódico de Seúl dijo ayer que Cho preocupó a sus padres cuando era niño por sus dificultades para hablar.
El homicida abandonó Corea del Sur con su familia en 1992, dijo el abuelo de Cho al periódico Dong-a Ilbo.
Otro familiar señaló que tuvo mínimo contacto con la familia luego que ésta partió de Corea del Sur buscando mejores oportunidades de vida en EEUU.
''¿Cómo (Cho) pudo haber hecho una cosa semejante si tenía algún tipo de simpatía por sus padres?’' comentó al diario el abuelo materno del estudiante, quien se identificó sólo por su apellido, Kim. Señaló luego que los padres se fueron de Corea del Sur ''porque no ganaban lo suficiente y sufrían privaciones’’.
Kim, de 81 años de edad, dijo que Cho ''preocupó mucho a sus padres cuando era niño pues no podía hablar bien, aunque exhibía un buen comportamiento’’.
El abuelo de Cho indicó que tuvo escasa comunicación con la familia luego que abandonó el país rumbo a Estados Unidos.
El tío de Cho, el hermano menor de la madre, también dijo al periódico que ignoraba la situación de la familia en Estados Unidos.
''Ni siquiera sé el número de teléfono de mi hermana’’, dijo el tío. Añadió que habló por última vez con la madre de Cho en octubre.
El tío declaró al diario que ''antes de que emigraran en 1992, ella me dijo que se iba para procurar una buena educación a sus hijos. Una vez que emigró, no la volví a ver durante 15 años’’.
Muy tranquilo
y perturbado
La Policía que revisó el cuarto de dormir de Cho, informó que encontró, entre otros objetos, una navaja; dos computadoras, documentos, libros, cuadernos de apuntes y otros escritos, además de discos compactos y una cámara fotográfica.
Compañeros de cuarto y profesores de Cho dijeron que el atacante era un ser muy tranquilo y perturbado. Muy raramente hablaba con sus compañeros de estudio, o hacía contacto visual con ellos. Y su rara conducta se hizo cada vez más impredecible en semanas recientes, dijeron sus compañeros de dormitorio Joseph Aust y Karan Grewal.
Otros estudiantes dijeron que Cho era una persona hosca que dejó un texto perturbador contra las mujeres y los muchachos ricos. Según informes de prensa, Cho había estado tomando antidepresivos y se había vuelto violento e inestable.