El promedio de inclusión en América Latina y el Caribe es hoy de 40% en adultos mayores con pensión contributiva, mientras que el porcentaje que ostenta nuestro país llega a un 16%. A modo de ejemplo, Perú alcanza 27%, Chile a más del 80%, Brasil y Uruguay con similar índice, Argentina con el 90%, al igual que Bolivia.
De modo de ir revirtiendo la situación, el Instituto de Previsión Social (IPS) viene incrementando los controles sobre las empresas de modo a que en el futuro, los trabajadores activos pasan a contar con el seguro. También se trabaja en un subsidio directo a los mayores en condición de pobreza, que hoy alcanza a 90.000 personas; a pesar de ello, la brecha sigue muy ensanchada.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) había divulgado un estudio en el que afirmaba que Paraguay es uno de los países de mayor informalidad laboral en la región, con 65,8%.
De acuerdo con el estudio del BID, solo 2 de cada 10 trabajadores independientes o asalariados en empresas pequeñas de América Latina contribuyen a un sistema de pensiones; mientras que para 2050 se esperan 140 millones adultos en edad de jubilarse. “En ausencia de reformas, entre el 47% y el 60% de esos 140 millones de adultos mayores en el año 2050 (alrededor de 66 millones a 83 millones de personas) va a llegar a la jubilación sin haber generado el ahorro necesario para financiar una pensión adecuada durante su vejez”, sostiene el BID.