21 jun. 2025

El Registro Civil hará cruzamiento del nuevo padrón

Tras haberse detectado numerosas irregularidades en el padrón algodonero de la presente campaña algodonera, en el que incluso “retiraron” insumos 300 muertos y 2.000 personas con cédula de identidad falsa, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) solicitó al Registro Civil el cruzamiento de datos para depurar el registro.
Por este motivo, el ministro de Justicia y Trabajo, Derlis Céspedes, dispuso que la repartición a su cargo trabaje en la depuración de los 73 mil beneficiarios que figuran en el padrón de la Campaña Algodonera 2006-2007.
Hasta el momento ya fueron inhabilitadas 13.766 declaraciones juradas de supuestas personas que recibieron los kits algodoneros. El cotejo entre la Base de Datos del Registro Civil y del Ministerio de Agricultura, específicamente del Padrón de la Campaña Algodonera, ya se inició ayer y para ello la oficina de registros puso a disposición del MAG los recursos humanos técnicos asignados al área informática para lograr exclusión de los casos de fallecidos, entre otros.

CRUZAMIENTO. El Registro Civil facilitará además el cruce de información que sea requerida y que esté contenida en la base de datos de la institución. Con esto se busca regularizar los datos y las informaciones contenidas en los padrones de compatriotas que efectivamente se dedican a trabajar en el rubro mencionado. De este modo se tendrá la certeza de quienes podrán acceder a los subsidios y asistencias brindadas por el Gobierno y evitar nuevos casos de agricultores “fantasmas”.
De acuerdo a datos proveídos por el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), 178.000 bolsas de semillas e igual cantidad de tubos matapicudos fueron entregados a los productores, a través de intermediarios, según consta en unos 90.819 documentos públicos. Del total de estas declaraciones juradas, unas 26.925 son las que hasta el momento fueron halladas verdaderas, mientras que todavía resta verificar unos 50.128 registros.
El año pasado, en el registro de algodoneros se hicieron figurar más de 63 mil productores, pero más de 27 mil no estaban habilitados para el cobro de los subsidios.

LOS NÚMEROS DEL FRAUDE ALGODONERO

* La oficina del Programa Nacional Algodonero solo recibió G. 824 millones de los G. 23.000 millones que el Poder Ejecutivo asignó al Ministerio de Agricultura para la Campaña Algodonera 2006-2007.

* Unos 13.000 millones de guaraníes es el perjuicio para el Estado, por más de 24.000 bolsas de simientes de algodón que no fueron distribuidas por una rosca mafiosa de funcionarios y proveedores.

* Más de 25.000 millones de guaraníes desembolsó el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) para la compra de semillas y tubos matapicudos correspondiente a la presente zafra.

* En la Campaña Algodonera 2005-2006 no se pudo comprobar que 27.484 personas que cobraron los incentivos hayan sido realmente pequeños algodoneros.

* El registro presentado por el MAG al inicio de la auditoría realizada a la campaña anterior fue de 61.373 labriegos, pero en el descargo la lista ascendió a 63.450 campesinos.

* El MAG no pudo informar sobre el destino que tuvieron unos 4.500 millones de guaraníes de una cuenta del Banco Nacional de Fomento asignada para asistencia a los productores.

* En la planilla de cobros de los incentivos para productores algodoneros figuran 15 funcionarios nombrados del MAG y 2 jornaleros contratados, de los cuales 14 retiraron la ayuda estatal.

* Un total de 195 empadronados para recibir el subsidio como algodoneros figuran en el padrón electoral de Capital, pero como productores aparecen dispersos en varios departamentos.

* Cerca de 900 agricultores que supuestamente pertenecen a 14 departamentos del país figuran en el padrón electoral del Departamento Central y solo 18 de estos están empadronados como electores de esta región.

“Retiramos sólo para cumplir”

Don Fausto Cardozo Ovelar es dirigente del Comité del Espíritu Santo de Itauguá Guazú, en el Departamento Central, y asegura que cultivó una hectárea de algodón. “Acá, en esta zona, nosotros plantamos muy poco, porque la tierra no da. Es cierto que el año pasado cobramos el subsidio y este año volvimos a retirar las semillas y los insecticidas, pero sólo utilizamos media bolsa”, confesó el agricultor.
Explicó además que en su comité son menos de diez los productores que se dedican al textil. “Nosotros prácticamente para cumplir con el ministerio nomás retiramos las bolsas y los materiales que nos entregan, porque la verdad ya no rinde como antes, preferimos cultivar otro rubro”, señaló. No obstante dice que la ayuda estatal siempre es oportuna, porque no siempre reciben un precio justo por los productos de su cosecha.

“Nos organizamos para cobrar”

Roberto Estigarribia es otro productor que figura como beneficiario del subsidio algodonero. En su caso, además de agricultor, se dedica al comercio, puesto que “ya no se puede vivir del campo”, según afirma.
Él admite que en su comunidad de Potrero Guazú, de Itauguá, formaron un comité denominado “8 de Diciembre”, a pedido de la Federación Nacional Campesina (FNC), para poder llenar las planillas y luego acceder a los subsidios algodoneros. “Vinieron los técnicos y nos asesoraron, además nos entregaron las semillas para plantar. Luego dejaron de venir, pero igual seguimos adelante y nos organizamos para ir a cobrar luego en el banco nuestra plata”, reconoce.
En su caso, afirma que llegó a plantar una hectárea de algodón, junto a otros diez compañeros que viven en la misma zona. “Es muy poco lo que cultivamos, porque además no tenemos mucha tierra”, declara.

“Entre nosotros no
había ningún mau”

El señor Catalino Bento Caballero integra el Comité Costa Azul, de Itauguá, y además de cultivar algodón dice que trabaja en el mercado de la ciudad, vendiendo hortalizas. Explica que ellos tienen un local propio en el que se reúnen con los demás productores de la zona, y que con los dirigentes fueron a recorrer casa por casa para hacer el censo, antes de cobrar los subsidios. “Así pudimos determinar quién sembró media, una o dos hectáreas. Entre nosotros no había ningún mau. El que no sembró no cobró", asegura.
Destaca que ellos trabajaron coordinadamente con los técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería para garantizar la calidad de sus cultivos. Además fueron asesorados por los dirigentes de la Federación Campesina. “A nosotros nos exigieron un plan de siembra antes de empezar y después vinieron a revisar si se cumplió o no”, afirma.