“En periodos de dificultades como los que atravesamos”, la experiencia de tiempos pasados “nos enseña que solo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares... lograremos avanzar hacia escenarios mejores”, subrayó el príncipe durante la entrega del Premio Príncipe de Viana al historiador Tarsicio de Azcona en el Monasterio de San Salvador de Leyre (norte).
Felipe de Borbón, acompañado de la princesa Letizia, aludió expresamente al hecho de que su padre, el rey Juan Carlos, anunciara el pasado lunes su decisión de “abdicar la Corona de España y poner fin a su reinado” en sus primeras palabras tras ese anuncio.
“Me permitirán, señoras y señores -continuó-, que, respetando el procedimiento parlamentario iniciado, les reitere mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas, con ilusión, a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una nación, una comunidad social y política unida y diversa que hunde sus raíces en una historia milenaria”.
“Este es el ánimo que todos -responsables institucionales, agentes sociales y económicos, entidades y ciudadanos- debemos tener para afrontar con decisión el futuro y ampliar el campo de esperanza que se abre ante nosotros”, argumentó.
Antes de poner fin a un discurso tras el que recibió, visiblemente emocionado, una ovación de más de un minuto de duración por parte de los 220 invitados, el príncipe Felipe reafirmó su pleno compromiso y el de su familia con el futuro de Navarra, región donde se celebró el acto, un futuro, resaltó, en el que “también tendrá su lugar la próxima Princesa de Viana”.
Se refería así a Leonor, su primogénita, que será Heredera de la Corona tras su proclamación como rey y asumirá en ese momento los títulos de Princesa de Asturias, de Gerona y de Viana.
