La Essap mantiene en ejecución un proyecto de 3.500.000 dólares, que a esta altura fue ejecutado en un 40 por ciento, informó una fuente.
El proyecto, denominado Plan Verano 2006-2007, consiste en adecuar la infraestructura actual a índices potenciales de demanda insatisfecha, que se mantiene en torno al 23 por ciento de la población capitalina, especialmente la asentada en sectores vulnerables.
Sectores opuestos al proyecto sostienen que se trata de una “medida parche” de la directiva destinada a sacar ventajas económicas de la generosidad presupuestaria.
“Se está gastando incluso lo que no se tiene”, indicó Luis Diarte, referente de la oposición sindical, tras poner en tela de juicio el Plan Verano de la Essap.
Explicó que el ente aguatero está con la soga al cuello, apurado por su delicada situación financiera, determinada a su vez por el alto monto de la deuda externa, que a finales del 2006 superaba los 150 millones de dólares.
Para Diarte, la cuestión es simple.
“Basta con ampliar la planta de tratamiento de Viñas Cué para producir los 100.000 metros cúbicos más de agua que en algún momento necesitará la población para cubrir la demanda de sectores carenciados”, opinó Diarte.
Aclaró que esta iniciativa está contemplada en un proyecto paralelo que maneja la Alianza Sindical y que no fue tenido en cuenta por el Gobierno a la hora de otorgar la ayuda financiera a la Essap.