BUENOS AIRES - ARGENTINA
El peso argentino siguió presionado y cayó 6,23% ayer, pese al respaldo político de Donald Trump al presidente Mauricio Macri y un compromiso de apoyo del FMI.
La huida hacia la moneda estadounidense se registró en la víspera del supermartes, cuando vencen 650.000 millones de pesos (25.000 millones de dólares) en letras del Banco Central (Lebac), lo que aumentará la tensión cambiaria si sus tenedores se vuelcan a la moneda norteamericana.
En total, las emisiones de Lebac suman 1,2 billones de pesos (47.000 millones de dólares al tipo de cambio de ayer). Además, hoy se dará a conocer el índice oficial de inflación de abril, que en el primer trimestre acumula 6,8%. Una parte de los tenedores de Lebacs embolsarían sus ganancias de corto plazo para demandar billetes verdes, fenómeno de fuga de capitales que comenzó a finales de marzo y se agudizó en mayo. Las pizarras de las casas de cambio cerraron en promedio el lunes con un tipo de cambio de 25,52 pesos por dólar contra 23,93 del viernes. “Lo que estamos viendo es un tipo de cambio que había quedado inmune hasta el 25 de abril de todas las devaluaciones de moneda en la región y, a su vez, con el paso de la inflación, totalmente atrasado en términos reales. Lo que estamos viendo es ese desequilibrio que se está ajustando”, dijo el economista Gustavo Neffa.
RESPALDO DE Trump. Macri y Trump conversaron telefónicamente cuando abrían los mercados. Trump expresó un fuerte respaldo a los esfuerzos del presidente Macri por transformar la economía argentina, refirió la Casa Blanca en un comunicado. Será clave en el FMI el visto bueno de EEUU para aprobar un crédito stand by, salvavidas anticipado la semana pasada por la directora del organismo, Christine Lagarde, tras elogiar la política del Gobierno argentino.
La devaluación acumulada en 45 días es de 19%, una de las mayores de la última década. Desde entonces, el Banco Central vendió más de 9.000 millones de dólares y elevó las tasas hasta 40% para defender la moneda. Desde enero, las reservas monetarias bajaron de 64.000 a 54.000 millones de dólares. La crisis de confianza se inició cuando los inversionistas financieros de corto plazo se enteraron que Argentina no tenía margen para continuar con sus voluminosas emisiones de deuda en el mercado internacional. “Nos financiaremos con el mercado local”, había declarado semanas atrás el ministro de Finanzas, Luis Caputo. Los mercados no lo vieron con buenos ojos y para colmo, EEUU elevó su tasa de interés y aspiró fondos de países endeudados.