EFE
Londres
Clive Goodman, el periodista implicado en el escándalo de la supuesta interceptación de mensajes de teléfonos móviles de la Familia Real británica, fue condenado ayer a cuatro meses de cárcel en al tribunal penal de Old Bailey de Londres.
Goodman, de 49 años y responsable del seguimiento de la realeza en el sensacionalista “News of the world”, estaba acusado de conspirar para piratear comunicaciones, en un caso que afecta también a políticos, famosos y directivos del fútbol inglés.
El reportero, que el año pasado fue suspendido temporalmente por su periódico, el más vendido de este país y propiedad del magnate de origen australiano Rupert Murdoch, cometió presuntamente ese delito entre el 1 de enero del 2005 y el 9 de agosto del presente.
En una vista celebrada ayer en el tribunal de Old Bailey, el juez Peter Henry Gross condenó al periodista a cuatro meses de prisión por su “conducta baja y censurable en extremo”.
“Este caso no trata de la libertad de prensa. Es sobre una invasión ilegal de la intimidad grave e inexcusable”, subrayó el magistrado.
Según el juez, el delito también es “muy grave” porque “el objetivo fueron miembros de la Familia Real” y “la Familia Real ocupa una posición única en la vida de este país”.
Tras conocerse el veredicto, el director del “News of the world”, Andy Coulson, dimitió de su cargo al manifestar que asume la “responsabilidad última” en el escándalo.
También estaba implicado en el caso el detective privado y experto en seguridad Glenn Mulcaire, de 36 años y acusado de los mismos cargos que el periodista, quien fue condenado a seis años de cárcel.
Goodman y Mulcaire llegaron a hacer más de 600 llamadas a los teléfonos móviles de Paddy Harverson y Helen Asprey, secretario de comunicaciones y secretaria del príncipe Carlos, heredero al trono británico; y de Jamie Lowther-Pinkerton, secretario privado de los hijos de Carlos, los príncipes Guillermo y Enrique.
Con esas llamadas, los dos condenados tardaban unos pocos segundos en acceder a los mensajes almacenados en los teléfonos.
El reportero del dominical fue detenido el 8 de agosto del pasado año junto a Mulcaire y otro hombre, en aplicación de una ley que contempla como penas un máximo de dos años de cárcel, una multa o ambos castigos frente a este tipo de delitos.