Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 18,21–19,1.
El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “[...] Jesús explica a Pedro que es necesario perdonar setenta veces siete, que equivale a siempre, para reafirmar que el perdón de Dios a nuestros pecados y nuestro perdón a los demás están estrechamente relacionados.
Todo parte de cómo nosotros, en primer lugar, nos presentamos a Dios para pedir que nos perdone.
Hay que pedir perdón sinceramente, con el corazón, y de corazón debe ser dado a quien nos ha ofendido. Como el patrón de la parábola evangélica relatada por Jesús, que condona una deuda enorme a un siervo suyo porque se compadece por sus súplicas.
Y no como hace ese mismo siervo con un semejante, tratándolo sin piedad y mandándolo a la cárcel, aun siendo deudor de una suma irrisoria. La dinámica del perdón es la que enseña Jesús en el Padrenuestro.
Jesús nos enseña a rezar así al Padre: “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Si yo no soy capaz de perdonar, no soy capaz de pedir perdón. “Pero, Padre, yo me confieso, voy a confesarme…”. “¿Y qué haces antes de confesarte?”. “Pienso en las cosas que he hecho mal…”. “Está bien”. “Después pido perdón al Señor y prometo no volver a hacerlas…”. Bien. Y después vas a lo del sacerdote. Pero antes te falta una cosa: ¿has perdonado a aquellos que te han hecho el mal?
El perdón que Dios te dará requiere el perdón que tú des a los demás. Este es el razonamiento que Jesús nos enseña sobre el perdón.
Primero: pedir perdón no es un sencillo pedir disculpas, es ser consciente del pecado, de nuestra idolatría, de las tantas idolatrías.
Segundo: Dios siempre perdona, siempre. Pero pide que yo perdone. Si yo no perdono, en cierto sentido cierro la puerta al perdón de Dios. …
“Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-del-dia-mateo-18-21-19-1-perdonar-setenta-veces-siete-el-perdon-de-dios)