18 feb. 2025

“El Partido Colorado está inclinado otra vez a captar votos de la derecha”

En la presente campaña electoral para las elecciones generales del 2018, el Partido Colorado está inclinado nuevamente a captar el voto de la derecha sumado al voto duro tradicional, según analiza el compatriota Marcos Pérez Talia, máster en Ciencias Políticas por la Universidad de Salamanca y doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional de Rosario, donde también es profesor adscripto.

Politólogo.   Marcos Pérez Talia, docente e investigador.

Politólogo. Marcos Pérez Talia, docente e investigador.

Esa inclinación de la ANR abre una oportunidad importante al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y la izquierda de ofertar un proyecto diferente de democracia, más sustantivo y programático. “Veremos si logran”, dice.

Está claro, agrega, que para intentar resolver problemas, como la desigualdad o el aumento de la pobreza, “hay que plantear cambios más profundos que la mera mejora en la administración ordinaria del Estado”.

Pérez Talia es investigador sobre temas de democracia, partidos políticos e instituciones. A su criterio, en el proceso electoral en pleno desarrollo en el país, se observan mucha intensidad y virulencia en la campaña colorada y cierta calma en la campaña liberal. “Existe mucha incertidumbre en la candidatura presidencial de la ANR, que lleva a emplear in extremis las peores acciones políticas posibles: persecución y destitución de funcionarios públicos, uso discrecional de bienes estatales, presencia del candidato en inauguraciones oficiales, etc”.

En carpas liberales, cree, todo parece indicar que Efraín Alegre será el candidato por un amplio margen, lo cual reduce el nivel de intensidad. “No parece haber despertado demasiado interés la candidatura de Carlos Mateo Balmelli, dada su cercanía a Blas Llano, quien a su vez mantiene una estrecha relación con el oficialismo colorado. La lucha más encarnizada se da al seno de las listas parlamentarias”, describe.

El joven politólogo explica que la puja electoral está determinada de nuevo por los dos partidos tradicionales del país, debido a que las terceras fuerzas no han podido institucionalizarse y hacer frente a este fenómeno. “Los terceros partidos sobreviven un par de elecciones mediante el ímpetu del líder fundador, y luego se diluyen. Veremos si la izquierda logra sobrevivir con éxito las siguientes elecciones”, resalta.

Explica que el bipartidismo en principio no significa algo negativo, siempre y cuando logren representar y articular los intereses de la sociedad, recluten y generen nuevos liderazgos”. Para él, tan malo como disponer de candidatos contaminados es tener una ciudadanía desinformada, apática e indolente.

“Claramente hay que esforzarse por tener mejores políticos que nos gobiernen, pero también hay que mejorar la calidad de los seguidores. La democracia nos garantiza un voto por persona para premiar o castigar a los políticos”, recuerda.