23 jun. 2025

El Papa pide respetar la vida en todas sus fases

Juan Lara, de EFE
Ciudad del Vaticano
Benedicto XVI se mostró ayer a favor del progreso científico en la medicina, pero precisó que este debe respetar y defender la vida en todas sus fases, “ya que de la defensa de esos valores fundamentales depende la calidad de la convivencia humana”.
El Papa hizo esas manifestaciones en la norteña ciudad italiana de Pavia, donde estuvo entre el sábado y el domingo, donde visitó el Policlínico “San Mateo”, uno de los hospitales más prestigiosos de Italia, y más tarde en una explana ofició una misa a la que asistieron más de 20.000 personas.
El Pontífice dijo ante los enfermos y dirigentes del centro que el hospital es un lugar que se puede considerar de alguna manera como “sagrado”, ya que en él se experimenta la fragilidad de la naturaleza humana y la enorme potencialidad y recursos del ingenio del hombre y de la técnica al servicio de la vida.
“Mi deseo es que el necesario progreso científico y tecnológico promueva junto con el bienestar del enfermo aquellos valores fundamentales como el respeto y la defensa de la vida en cada una de sus fases, de los que depende la calidad auténticamente humana de la convivencia”, dijo el Obispo de Roma.
Tras la visita al hospital, el Papa ofició una misa en la explanada “Orti dell’ Almo”, cuya homilía dedicó a la figura de San Agustín, cuyos restos reposan en la basílica de san Pietro in Ciel d’Oro, de Pavía.

UN ESTUDIOSO. Joseph Ratzinger es un estudioso de San Agustín, uno de los principales inspiradores de su pensamiento teológico y en 1953, hizo una tesis doctoral sobre el autor de “La ciudad de Dios”.
San Agustín (354-430) nació en Suk-Ahras (Argelia) ciudad que bajo la dominación romana se llamaba Tagasta, y fue obispo de Hipona (la actual Anaba, Argelia). En 1295 fue aclamado como “doctor de la Iglesia”, durante el Pontificado de Bonifacio XIII.
San Agustín ha tenido una gran influencia en el pensamiento católico y sentó las bases de la separación de los poderes espiritual y temporal.
El Papa recordó el libro del santo “Las confesiones” y dijo que el que fue obispo de Hipona es un modelo de conversión para los cristianos de todos los tiempos, debido a su incesante búsqueda de la verdad.
“Agustín jamás se conformó con la vida como se le presentaba y como todos la vivían. Siempre estaba atormentado por el tema de la verdad. Quería encontrar la verdad, quería saber que cosa es el hombre, de donde proviene el mundo, de donde venimos nosotros, donde vamos y como podemos encontrar la vida auténtica.
Quería encontrar el camino recto de la vida y no vivir ciegamente, sin sentido y sin meta”, manifestó el Papa.
Según Benedicto XVI, la “pasión por la verdad” es la palabra clave de la vida de Agustín.

“Una sociedad menos egoísta”
Antes de regresar a Roma, el Papa se reunió con el mundo de la cultura local y visitó la tumba de San Agustín. La visita a Pavia es la segunda etapa de su viaje que le ha llevado también a la cercana diócesis de Vigévano, donde invitó a los cristianos a ser “intrépidos testimonios” de Cristo y a defender la familia. A los jóvenes pidió que trabajen para construir una sociedad menos egoísta y más solidaria. Este es su primer viaje por las diócesis italianas desde que fue elegido Papa el 19 de abril de 2005. A poco de finalizar su visita dijo que la Iglesia no es una suma de individuos que viven una religiosidad privada, sino una comunidad comprometida a llevar por el mundo el mandamiento del amor. “La Iglesia no es una simple organización de manifestaciones colectivas ni la suma de individuos que viven una religiosidad privada, es una comunidad de personas que creen en el Dios de Jesucristo y se compromete a vivir en el mundo el mandamiento del amor que nos ha dejado”, dijo.