Tras el rezo dominical del ángelus desde el palacio pontífico, Francisco pidió en este tiempo de Adviento, que precede la Navidad, que se trate de sacar el bien también de la difícil situación que nos impone la pandemia. Aconsejó mayor sobriedad, atención discreta y respetuosa a los vecinos que lo necesiten y unos momentos de sencilla oración familiar. Estas tres cosas nos ayudarán mucho. En su mensaje, el Papa reconoció que la situación que estamos viviendo, marcada por la pandemia, “en muchos genera preocupaciones, miedos y malestar, y se corre el riesgo de caer en el pesimismo, en el cierre y la apatía”. Y explicó que “en medio de las tempestades de la vida, Dios siempre nos tiende la mano y nos libra de las amenazas. Nos corresponde a nosotros aferrarnos a Él para no hundirnos en el abismo y ser encontrados”.
“Deseo expresar mi cercanía a las poblaciones de América Central golpeadas por el huracán”, dijo el Papa, quien citó las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y la costa pacífica del norte de Colombia. EFE