Esta ceremonia, por la III Jornada la Palabra de Dios, es una novedad y su rito fue preparado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Los nuevos lectores –2 hombres y 6 mujeres– y catequistas –5 hombres y 3 mujeres–, llegados de varias partes del mundo como Perú o Brasil, se sentaron frente al altar papal y fueron llamados por su nombre para recibir el mandato. Después el Papa entregó una Biblia a cada uno de los nuevos lectores, arrodillados ante él: “Recibe el libro de las Santas Escrituras y transmite fielmente la palabra de Dios para que germine y fructifere en el corazón de los hombres”, les emplazó.
Los catequistas recibieron una cruz como la pastoral de Pablo VI y Juan Pablo II, papas viajeros, subrayando el carácter misionero de su servicio: “Recibe esta señal de nuestra fe, cátedra de la verdad y de la caridad de Cristo, y anúncialo con la vida, la acción y la palabra”, les instó el Papa. Son los hombres y mujeres que ayudan en las misas o realizan un servicio en el altar, como ministras o dispensadoras de la eucaristía. EFE