El 16 de agosto se conmemora el Día del Niño en nuestro país, en recordación a la heroica y trágica batalla de Acosta Ñu, ocurrida el 16 de agosto de 1869, durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), que enfrentó al Paraguay contra el Brasil, la Argentina y el Uruguay, en donde un batallón de aproximadamente 3.000 niños y adolescentes se enfrentaron a un ejército de más de 20.000 soldados aliados, con superioridad en armamentos, por lo que los infantes resultaron masacrados en un campo ubicado en las inmediaciones de la actual ciudad de Eusebio Ayala, en el Departamento de Cordillera.
Esta heroica gesta guerrera –considerada como el mayor holocausto infantil en la historia del continente americano–, más que encararse como una celebración meramente festiva, debe motivar a un mayor compromiso con la niñez y la adolescencia de nuestro país, cuya realidad actual plantea numerosos desafíos y demandas.
El Paraguay tiene 6,7 millones de habitantes. De ellos, 2,5 millones (37%) son niños y adolescentes. Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sostiene que el 33% de los niños son pobres y el 16% viven en pobreza extrema. Las cifras demuestran una alta desigualdad social que afecta a la niñez, principalmente en las zonas rurales, donde un 42% alcanza a las niñas y el 26% a los niños; un 77% a los niños indígenas y un 63% a las niñas de este mismo sector.
El mismo estudio de Unicef sostiene que de cada 1.000 niños y niñas que nacen, 19 mueren antes de alcanzar los 5 años; 16 antes de cumplir el primer año, y 11 antes del primer mes de vida. El 44,1% de los menores de 5 años sufren o están en riesgo de desnutrición.
Más derechos, menos pobreza, para vivir mejor es precisamente el lema elegido por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) para la Semana por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de 2018, buscando poner esta realidad en el centro de las acciones públicas.
Preocupa la falta de inversión pública en el sector, ya que el presupuesto de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia solamente aumentó el 1,5% durante la administración del presidente Horacio Cartes. Es de esperar que el nuevo Gobierno que ha tomado posesión mejore las políticas hacia el sector.
Actualmente, el Paraguay invierte G. 750.000 (USD 130) por adolescente al año, cifra considerada totalmente insuficiente por los organismos internacionales, según advierte el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). En contraposición, más de 100.000 niños, niñas y adolescentes se encuentran fuera del sistema educativo.
El presidente Mario Abdo no los recordó en su primer discurso como titular del Ejecutivo. Pero se espera que la niñez y la adolescencia sean foco de acción de su gobierno, ya que es mucho lo que se debe hacer para cambiar la situación de la infancia. En este sentido, es indudable que una mejor educación y el cumplimiento de todos los derechos de los niños y los adolescentes deben constituir prioridad para este Gobierno.