“Desde el punto de vista de salud pública, estoy por la legalización”, ha señalado el ministro en una entrevista publicada en el diario Folha de Sao Paulo. Sin embargo, ha matizado que se trata de una opinión personal, dado que el Gobierno no ha fijado una posición sobre este asunto. La intención del ministro es suscitar un debate exclusivamente de salud pública y no dentro de un contexto moral, filosófico o religioso, como se ha abordado hasta el momento.
Los hospitales públicos practicaron 2.000 abortos legales en 2006 y 220.000 atenciones sanitarias después del aborto. Para Gomes Temporao, lo relevante es saber cuántos de esos procedimientos fueron consecuencia de abortos espontáneos y cuántos se efectuaron en condiciones de inseguridad, una cifra desconocida por las autoridades.
Una encuesta divulgada el fin de semana por Folha de Sao Paulo señala que el 65% de los entrevistados se opone a cambiar la ley. Un 16% se muestra favorable a incluir más casos de excepciones en la ley y un 10% opina que el aborto debe dejar de considerarse como un crimen.
El debate que pretende impulsar el ministro cuenta además con la dura oposición del Frente Parlamentario en Defensa de la Vida y Contra el Aborto, integrado por 175 diputados y senadores. A estos legisladores se unen representantes de la Iglesia, como el cardenal Eusebio Oscar Scheid, quien ha afirmado que no se puede permitir “la matanza de inocentes”. A su juicio, proponer un plebiscito sobre este asunto es “un proyecto infeliz”. - (AP)