25 ene. 2025

El Gobierno está obligado a bajar el gasoíl

Por Roque González B.

Petropar debe bajar el precio del gasoíl al consumidor final, porque los precios internacionales del crudo y del dólar están bajos y porque el país necesita abaratar los costos de la producción y de algunos servicios. El mencionado combustible es el de mayor consumo en el país y el que tiene más incidencia en los procesos económicos (la producción, el transporte, el comercio) y en la formación de costos. Por consiguiente, interviene también en la formulación de los precios finales que paga el consumidor, que ha sufrido el deterioro de sus ingresos por la inflación. En otras palabras, si el gasoíl aumenta de precio, inevitablemente van a subir los de todos los productos de consumo y de algunos servicios básicos, y si baja, tienen que descender también dichos valores. Por lo tanto no es indiferente a nadie el precio de ese combustible. A todo el mundo le importa que baje, porque su efecto general será muy saludable.
El mayor fracaso de este Gobierno durante el 2006 ha sido la altísima inflación, que castigó el bolsillo de todos los ciudadanos. Y ese castigo fue y es responsabilidad del Gobierno y de sus organismos especializados como el Banco Central. Por lo tanto, el Gobierno está obligado a combatir la inflación y a devolverles poder adquisitivo a nuestros ingresos, bajando los precios de los productos y servicios que están a su alcance. Y el gasoíl es uno de ellos.
El presidente de Petropar no dice la verdad cuando argumenta que no puede bajar ahora debido a la inestabilidad de los precios internacionales, porque las fluctuaciones que se dan en tales precios son en pequeños porcentajes y en el promedio no hay alteraciones sustanciales. Y si dice que bajará los precios a fines de febrero o en marzo no hay razón para que no lo haga ya ahora y beneficie al bolsillo de la gente, desde hoy.