La última de estas fallas se conoció hoy. La semana pasada en el hospital de Vallenar, a 660 kilómetros al norte de Santiago, donde 17 enfermos fueron operados con instrumental médico que no había sido esterilizado previamente, una situación que puede llevar incluso a la muerte, según expertos médicos consultados por Efe.

La ministra en funciones de Salud, Jeannette Vega, reconoció hoy en declaraciones a Radio Cooperativa la necesidad de “mirar en detalle lo que está ocurriendo”. EFE | Ampliar imagen
El pasado 28 de octubre, la ministra chilena de Salud, María Soledad Barría, renunció al cargo, presionada por otro escándalo, esa vez en el hospital de Iquique, a 1.857 kilómetros al norte de Santiago, donde 25 enfermos de sida no fueron informados de que padecían esta enfermedad. Cuatro de ellos ya murieron.
La renuncia se produjo cuando legisladores tanto de la oposición como del oficialismo preparaban una acusación constitucional contra la ministra por este caso, que salió a la luz pública el pasado 15 de octubre.
La ministra en funciones de Salud, Jeannette Vega, reconoció hoy en declaraciones a Radio Cooperativa la necesidad de “mirar en detalle lo que está ocurriendo”.
“Hay que ver si, efectivamente, estamos teniendo problemas de financiación y cuáles son los problemas de gestión”, admitió.
La responsable del departamento ha pedido a sus colaboradores que elaboren una lista de todas las situaciones anómalas que se estén produciendo en el país, “porque lo que necesitamos -recalcó- es tener un diagnóstico claro y ver qué situaciones son puntuales y cuáles requieren de intervenciones mayores”.
“Tenemos un problema de recursos humanos en los hospitales y es algo que necesitamos enfrentar estructuralmente”, recalcó Vega.
En el hospital de Vallenar 17 pacientes fueron operados entre los días 27 y 29 del pasado mes de octubre con instrumental quirúrgico que no había sido debidamente esterilizado, hasta que una auxiliar se percató de lo sucedido y alertó sobre la situación.
“Una vez que se realizó esto, inmediatamente se conformó en el hospital el comité de infecciones intrahospitalarias, se realizó un análisis exhaustivo de cada uno de los casos y se procedió a contactar a cada uno de los pacientes”, añadió.
Jeannette Vega explicó que a los enfermos que seguían hospitalizados se les administró antibióticos profilácticos, y a los que estaban de alta se les visitó en sus casas y se constató que evolucionaban sin problemas.
Vega indicó que “aparentemente el problema se habría originado en un cambio de turno en la central de esterilización, porque no se aplicaron los protocolos establecidos.