Según resalta un análisis de la firma Basa Capital, durante los últimos dos meses el par dólar-guaraní fluctuó entre los niveles de G. 6.810 y G. 6.880, en una zona de confort para el Banco Central del Paraguay (BCP), que sigue inyectando divisas al mercado pero en una menor medida.
“La liquidez en moneda local se encuentra limitada, no obstante, los agentes económicos siguen prefiriendo quedar posicionados en caja dólares, por lo cual la demanda persiste. Consideramos que el BCP seguirá utilizando el tipo de cambio como herramienta válida para controlar la inflación”, sostiene.