Marco López
La revolución que generó internet sigue afectando a la industria de la música, que en los últimos 20 años fue evolucionando en su comportamiento, rompiendo viejos moldes en los que el formato digital fue ganando fuerza en detrimento del formato físico, favoreciendo además el surgimiento de músicos independientes e impulsando la autogestión. El presente obliga a abrazar las nuevas tecnologías y mantener el ojo bien pegado a las redes sociales.
TODO CAMBIA. Gustavo Luque, guitarrista y líder del grupo nacional Limón Sutil, y directivo de Autores Paraguayos Asociados (APA), quien ofreció recientemente la charla Cómo vender música en internet, una opción que no existía dos décadas atrás, comparte sus opiniones sobre el tema y comparte una guía (recuadro). “Con el avance de las tecnologías va cambiando todo y todo el tiempo, no solo la forma de producir y grabar música, sino también los hábitos de consumo van cambiando, de casetes pasamos al cedé, de ahí al mp3 y hoy día vemos la lenta extinción de los cedés y discos duros llenos de mp3 en favor del streaming. Las nuevas generaciones conocen los nuevos artistas solo a través de sus dispositivos móviles”, dice. Se trata de una tendencia que año a año se reafirma, y en la que el vinilo es quizás la excepción, representando el 10% del negocio, según un informe presentado este año por la Recording Industry Association of America (RIAA).
NUEVOS MODELOS. Según Luque, estos cambios se dieron cuando “ya no había que pasar por un sello discográfico o por una megainversión para dar a conocer la música independiente. Existen los modelos seudogratuitos como Soundcloud o YouTube que hicieron conocidos y multimillonarios a artistas que antes no lo eran, como Justin Bieber o Psy de Corea. En la actualidad, el artista independiente puede llegar a más gente”, menciona.
La adaptación obliga también a salir de los viejos modelos. “El artista independiente tiene que ser mucho más completo, tiene que conocer y saber manejar a sus seguidores a través de las redes sociales, manejar el ámbito de todos sus probables canales de ingreso –conocer y ejercer sus derechos de autor, intérprete y productor fonográfico– conocer de producción musical e incluso ingeniería de sonido. Todo esto sumado a estudiar y practicar con los propios instrumentos”, manifiesta, y agrega que: “La gente que desvirtúa la carrera musical seria no sabe que a veces es tan difícil como seguir Medicina o Derecho. Este nuevo paradigma también lleva a los sellos a fijarse en cuántos seguidores tiene un artista, antes de contratarlo.
GLOBAL. En cuanto a los beneficios, destacan la independencia y la posibilidad de llegar a nuevos mercados. “Por ejemplo, si un grupo paraguayo desconocido hace música diferente que solo se consumiría en Suecia o Vietnam, ahora es posible llevar directamente el producto ahí donde se pueda comercializar, sin realizar una gigantesca inversión. Además “los márgenes de ganancia son mucho mayores, sobre todo por ventas directas de mp3”, dice Luque.
En el ámbito local, destaca algunos ejemplos como la banda Eeeks que realizará una gira por Estados Unidos, “algo impensable hace apenas algunos años de no ser por las posibilidades que brinda internet. Además de Kachiporros, Paiko o Flou, “artistas que han hecho grandes ventas por internet, que además trae “cierta democratización del comercio musical”, asegura.
Como un avance crucial, menciona la próxima firma de convenio entre APA y Cdbaby –una de las agregadoras digitales más importantes del mundo–. “Ofrecerá sus servicios de subida de manera liberada para los socios que quieran subir sus materiales a más de 60 plataformas digitales entre las que están las más importantes como Spotify, Deezer, Amazon, Google Play, Itunes, y muchas otras”, concluye Gustavo Luque.
El paso a paso
• El artista compone una canción o álbum y lo graba.
• Para vender el producto lo registra en Dinapi (letra y partitura).
• El autor lleva letras, partituras y artes de tapa con créditos de autoría a APA.
• Si además es intérprete, lleva el arte de tapa con detalle de intérpretes a AIE-PY.
• Si es productor fonográfico, también solicita los códigos ISRC a la SGP.
• Lleva los mp3 o cedés para el ingreso de los mismos en los sistemas de control de las 3 entidades.
• Elegir el agregador o intermediario (Cdbaby, Distrokid, Tunecore, Kamikaze/Altafonte, entre otros).
• Tener a mano toda información necesaria para cada tema (nombre, compositor, arte del disco o canción, etc.).
• Elegir tiendas y plataformas a distribuir, y seguir instrucciones para el upload.
• Asegurarse de definir la compra de códigos UPC / EAN y proveer los ISRC de la SGP y el paquete convenido con el agregador y pagar con una tarjeta de crédito o cuenta Paypal.• Definir fecha para lanzamiento.
• El comprador le da su dinero a la tienda por la música. La tienda, tras recibir su comisión, paga a la distribuidora que a su vez cobra su parte y luego paga al sello o artista.