Irma Oviedo
La primera vez que Robert –nombre ficticio– bebió vino tenía 15 años. Era 1996. En ese entonces no sabía que ese primer trago tomaría la rienda de su vida por casi 14 años. Una fiesta de cumpleaños fue el inicio del alcoholismo. La hermana mayor lo invitó para no ir sola. El resultado: Robert estaba tan ebrio que tuvo que ser arrastrado hasta la casa.
“No sabía que se iba a volver dueño de mi vida, que iba a ser un infierno por culpa del alcohol”, dice, mientras bebe un sorbo de tereré. El calvario no sería solo la bebida, la droga también golpeó su puerta. Alcoholismo y drogadicción vienen de la mano. Su pasión por el fútbol, lo llevó a integrar la barrabrava.
“Crecí en una familia alcohólica, mi padre y abuelos bebían. Crecí de esa manera, pensando que para ser feliz, saber jugar fútbol o tener muchos amigos tenía que beber. Para mí era normal, yo bebía los fines de semana nomás. Cuando empezaba con el primer trago no podía parar. Tenía que tomar todo lo que había”, recuerda. A veces se despertaba en cualquier rincón y no recordaba nada de la noche anterior, incluso no sabía cómo llegar a su casa. Ebrio probó desde la marihuana y otras drogas.
Alto, moreno, de ojos color oscuro, delgado. Viste un uniforme de color celeste, en la manga dice ‘Kinesiología’, bordado en letras verdes. Unas ojeras resaltan en su rostro, la mirada es triste, tal vez porque no le gusta escarbar en los recuerdos que tanto daño hicieron a su familia y amigos.
Una lágrima recorre su rostro cuando rememora el día en que buscó ayuda en Alcohólicos Anónimos (AA). “Hice algo muy malo”, cuenta y se le quiebra la voz. No da detalles del hecho, pero sí dice que fue el detonante para dejar el alcohol y la droga. Hoy, con 36 años, vive con su pareja y hace un año se recibió de licenciado en Fisioterapia y Kinesiología.
DOS ADICCIONES. El consumo de alcohol es la puerta de entrada de las drogas, sostiene el doctor Manuel Fresco, del Centro Nacional de Control de Adicciones. Primero es alcohol, después tabaco, le sigue la marihuana, crack, cocaína, LSD (droga sicodélica sintética). Estimativamente de 10 bebedores, solo 2 desarrollan un problema relacionado con el consumo.
“Investigaciones demuestran que el alcohol es, en la mayoría de los casos, la droga de inicio. Por otro lado, lo que estamos viendo es que cada vez más temprano se comienza a beber. Chicos de 12 años están experimentando con el alcohol, el aspecto resaltante es que es en las casas”. En cambio, en los casos de niños en situación de calle no inician con el alcohol, van directo a las drogas como el crack.
En el Centro de Control de Adicciones hay pacientes desde 15 años con adicciones. Un caso de un niño de 8 años se presentó una sola vez. “En general, nuestros pacientes consumen alcohol, tabaco, marihuana, cocaína; es decir, cuatro a cinco sustancias”. Una respuesta insuficiente es la que se da desde Salud Pública, admite el doctor Fresco, debido a que aún no hay una cobertura a nivel nacional.