Desde el inicio del gobierno de Santiago Peña, las bases coloradas pidieron cargos y hasta una oficina en el Palacio de López para los convencionales. Alliana pudo controlar la presión y el presidente en un acto político afirmó que estaban haciendo espacio en las instituciones para colocar a los colorados. Pero en los últimos días varios convencionales manifestaron su molestia debido a que le fueron negados puestos públicos, pero Alliana y otros consiguieron colocar a sus familiares con altos salarios.
La hija del vicepresidente no renunció a su cargo, entró sin concurso, percibe un salario de G. 18 millones y ya tuvo varias ausencias.
Alliana es la principal proyección del cartismo para el 2028 y la exposición que le genera este caso le afecta políticamente.
Recientemente, fue denunciando penalmente, junto con otras autoridades, tráfico de influencias, lesión de confianza y cobro de indebido de honorarios.