08 feb. 2025

El atletismo cierra un año de ensueños

El 2006 quedará grabado en la historia del atletismo paraguayo como el mejor de toda su existencia. Víctor Fatecha fue uno de los más destacados, asi como los juveniles Camila Pirelli, Bianca Leguizamón y Katryna Zubeldía.

fatecha

29/12/06

Por José Solis

No es para menos. Más de 70 récords nacionales superados, cuatro medallas de oro sudamericanas y dos de plata a nivel mundial de Víctor Fatecha en el lanzamiento de jabalina, las medallas de oro en el suda juvenil logradas por Camila Pirelli, Bianca Leguizamón y Katryna Zubeldía son solo los puntos más altos de este deporte en este año.

El 2006 también quedará registrado en la memoria por haber sido el año en el que más torneos internos fueron realizados y más atletas pudieron competir en el exterior.

Es justo decir que la Federación Paraguaya de Atletismo viene trabajando bien, es cierto que no tiene muchos recursos, que no puede brindar a los atletas todo lo que estos precisan para competir en igualdad de condiciones con sus pares sudamericanos pero tampoco es menos cierto que la Federación, sus dirigentes, comprendieron que nada es posible sin una planificación. En marketing deportivos se suele decir “el que no planifica, planifica sus fracasos”.

La dirigencia atlética comprendió eso, trabajó en forma ordenada y planificada y en poco más de tres años está comenzando a tener resultados. Sirva el ejemplo del atletismo para otras entidades, sirva como enseñanza que el dinero es importante, claro que lo es, pero también se puede elaborar estrategias y planificar el trabajo sin mucho dinero, a veces es solo un poco de sentido común.

El 2006 fue excelente para el atletismo paraguayo y ello obliga a un 2007 mejor. Nuestros atletas tienen madera, son buenos, precisan de más apoyo, el apoyo ese que el estado se encargó de negarles eternamente.

Todos ellos son el futuro que tuvo que empezar ayer, como todo en este país, pero que lamentablemente los responsables de nuestro deporte, a nivel estatal, no se han percatado todavía.

Estos chicos merecen que los ayudemos a competir en el primer mundo del deporte antes de lanzarlos a los leones en un escenario de rango olímpico.

Dentro de dos años se harán los Juegos Olímpicos de Pekín y seguramente usted pedirá explicaciones sobre lo que haga nuestros atletas en los mismos. Sepa, entonces, que todo lo que ellos sean capaces de hacer es consecuencia de sus respectivos talentos y capacidad de sacrificio de cada uno. No reclamemos a ellos, entonces, lo que no supimos exigir a tiempo de quienes tienen el poder de decisión. No les pidamos mañana lo que no supimos darles hoy.