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El atentado a la subcomisaría ocurrió por descuido policial

No se tomaron las medidas de seguridad necesarias para prevenir un ataque. La subcomisaría ya estaba siendo blanco de amenazas. Ayer encontraron e hicieron detonar 4 bombas abandonadas.

Por Darío Arámbulo y Justiniano Riveros

HORQUETA

Un informe elevado por la Policía al vicepresidente de la República, Federico Franco, habla de que hubo un descuido de los organismos de seguridad, que facilitó el ataque a la Subcomisaría 10.ª de Capitán Giménez, ubicada a 12 km de la ciudad de Horqueta, que costó la vida a dos suboficiales en la noche del miércoles.

El director de Apoyo Técnico, comisario general Aldo Ramón Pastore, también mencionó el descuido policial que finalmente costó la vida a los suboficiales Salvador Casco y Vicente Fernández.

El jefe policial mencionó que lastimosamente muchos de los uniformados aún no creen que exista un grupo terrorista como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y no dimensionan la amenaza que representa este grupo armado.

"Nosotros venimos recalcando a nuestro personal que tomen con seriedad el trabajo, y a los que están en las comisarías que entiendan el peligro por el que pueden pasar", indicó.

Aclaró que hay condiciones que muchas veces favorecen ser blancos fáciles de la banda del EPP. "No siempre se toman esas precauciones, y ya tenemos ejemplos claros de eso, y hoy nuevamente lamentamos dos bajas dentro de la Policía", remarcó.

Pastore mencionó que ya los investigadores del Departamento Antisecuestro de Personas (DASP), que están a su cargo, habían advertido que era necesario reforzar la subcomisaría que fue atacada.

La tarea de reforzar los destacamentos policiales corre exclusivamente por parte del jefe de Policía Departamental, así como de los grupos tácticos especializados, como las Fuerzas de Operaciones Policiales Especiales (FOPE), que designa personal para las coberturas.

MUCHO TIEMPO. Fuentes de policiales de Concepción informaron, además, que la amenaza en contra de la Subcomisaría 10.ª ya viene de un año atrás, y no se habían tomado las medidas necesarias, e incluso no contaban con una patrullera, por lo que se pudo verificar.

Según los primeros refuerzos policiales que llegaron al lugar, un cajón de cerveza fue encontrado al lado de la fogata del asado que compartían los uniformados.

El refuerzo de personal no se realizó, y siempre estuvieron los mismos policías en la zona. Solo seis efectivos estaban asignados a dicha delegación, e incluso no contaban con armas largas.

HALLAZGO. En el recorrido por el lugar de la huida de los delincuentes en la mañana de ayer, un grupo de reporteros gráficos y camarógrafos encontraron una mochila con un artefacto explosivo.

Posteriormente, los explosivistas encontraron cuatro bombas, dos en mochilas que cayeron de los del EPP, y otras dos sueltas. Luego de la verificación, las hicieron detonar disparando con fusiles a los artefactos.

En la sede de la comisaría, los investigadores analizaron las ropas ensangrentadas de las víctimas y encontraron restos de los proyectiles utilizados en el ataque, lo que demuestra que los atacantes usaron armas potentes

La zona del atentado recibió ayer la visita del ministro del Interior, Carlos Filizzola, del comandante de la Policía Naciona, Idalino Bianconi, y también el vicepresidente de la República, Federico Franco.

El ataque se atribuye a una nueva columna del EPP, denominada Germán Aguayo, supuestamente liderada por Alejandro Ramos, e integrada por unas 16 personas recientemente reclutadas.

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