En la anterior medición, de octubre, Piñera había alcanzado una aprobación del 40 por ciento.
La desaprobación al mandatario bajó levemente en noviembre a un 50 %, desde un 51 % en octubre.
Según el análisis de Adimark, “el resultado está asociado al período de cierre de la actual Administración, que probablemente genera en la población una visión más global del desempeño del Gobierno. Fenómenos similares se registraron en los meses finales de los Gobiernos de los expresidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet”.
El respaldo a Piñera tanto en octubre como en noviembre supera ampliamente la votación obtenida por la candidata oficialista Evelyn Matthei en la primera ronda presidencial del 17 de noviembre, cuando alcanzó un 25,1 por ciento de los sufragios.
“El apoyo del Gobierno no se traspasó a la candidatura de su sector”, reconoció el director de Adimark, Roberto Méndez.
Otros ítems en que Piñera logró cifras positivas se vinculan a atributos como “cuenta con autoridad” (60 %), en el que aumenta 6 puntos; y “genera confianza” (49 %) donde sube 5 puntos.
Las áreas de gestión del Gobierno relativas a “relaciones internacionales” (71 %), “empleo” (60 %) y “economía” (52 %) se mantienen como las mejor evaluadas.
De hecho, la percepción sobre los niveles de empleo fue la más positiva desde que asumió el actual Gobierno, en marzo de 2010.
Las peores indicadores de gestión, en cambio, se siguieron concentrando en “educación” (23 %) y “delincuencia” (11 %).
En cuanto a las coaliciones políticas, el respaldo al bloque de centroizquierda Nueva Mayoría subió 2 puntos y llegó al 32 %, mientras que la derechista Alianza por Chile aumentó 6 puntos. al 26 %.
En todo caso, el respaldo a Nueva Mayoría fue bastante inferior al 46,7 % que obtuvo su candidata, Michelle Bachelet, en los comicios de noviembre.
Bachelet y Matthei se deberán medir en una segunda ronda presidencial el 15 de diciembre.
El viernes próximo se realizará el primer debate de cara a la segunda vuelta entre ambas candidatas. Según el sondeo de Adimark, sólo un 11 por ciento de los entrevistados reconoció haber definido su sufragio en la primera ronda a partir de los debates presidenciales.