AFP
PARÍS - FRANCIA
Albert Einstein tiene de nuevo razón: Una predicción de su teoría de la relatividad general fue probada con éxito desde Chile al estudiarse el paso de una estrella cerca del agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea.
“Verificamos una predicción importante de la teoría de la relatividad general en el entorno de un agujero negro, que es el corrimiento hacia el rojo de la luz por el efecto de un campo gravitatorio intenso”, declaró Guy Perrin, uno de los “padres” del instrumento Gravity que facilitó ese resultado, publicado ayer jueves en Astronomy & Astrophysics.
Un agujero negro es un objeto tan denso que su gravedad impide escapar incluso a la luz y en sus cercanías desvía la trayectoria de los haces luminosos.
SAGITTARIUS A*. El centro de la Vía Láctea, la galaxia en la que se encuentra la Tierra y a 26.000 años luz, alberga uno de esos monstruos invisibles, Sagittarius A*, cuya masa es equivalente a 4 millones de veces la del sol. Está rodeado de un conglomerado de estrellas que, debido a su fuerza de gravedad, alcanzan velocidades vertiginosas cuando se acercan a él.
Apoyándose en Gravity y otros dos instrumentos, el equipo internacional de astrónomos se interesó en una de esas estrellas, S2, y la observó antes y después de su paso por el punto más cercano de su órbita en torno de a Sagittarius A*, que ocurrió el 19 de mayo.
El interferómetro Gravity, cuya concepción tomó más de diez años, combina la luz colectada por cuatro telescopios del VLT (Very Large Telescope) europeo instalado en el desierto de Atacama en Chile. Su resolución es 15 veces superior a la de los más grandes telescopios ópticos.
“Más de 100 años después de su artículo, que planteó las ecuaciones de la relatividad general, Einstein muestra que tiene de nuevo razón, en un laboratorio mucho más extremo de lo que él hubiera imaginado”, aseveró el Observatorio Austral Europeo (ESO).