Los referentes del oficialismo colorado, y en particular la dirigencia departamental de Alto Paraná, reaccionaron ayer con dureza contra la decisión del intendente de Ciudad del Este, Javier Zacarías Irún, quien abandonó el nicanorismo porque se opone a la candidatura de Blanca Ovelar.
Los diputados Marcelino Quiñónez, Tolentino Bobadilla y Pedro Farías fueron los primeros en aparecer en Mburuvicha Róga y sentar una postura contra su ex aliado departamental.
Quiñónez sostuvo que Irún tiene su caudal de votos, pero que su salida no afectará en ningún sentido al bloque que responde a las directivas de Duarte Frutos. El diputado llevó al presidente el supuesto respaldo de 10 de los 12 intendentes de Alto Paraná. De igual manera, los tres diputados departamentales se comprometieron a seguir en la misma línea política del nicanorismo.
El legislador arremetió contra su correligionario, sosteniendo que “nunca recibió a algún intendente del interior”. Consideró que el intendente de Ciudad de Este solamente buscó una excusa para trabajar con el vicepresidente Luis Alberto Castiglioni.
AMBIVALENTE. En otro momento, la dirigencia de Caaguazú, que también estuvo conversando con Duarte Frutos, no ahorró calificativos para desacreditar a Zacarías Irún. El diputado Mario Soto Estigarribia dijo que es una característica común del jefe comunal, quien siempre cambia de carpa política.
El senador Silvio Ovelar dijo que Irún estuvo en el seifarismo, en el wasmosismo y en el oviedismo. Finalmente formó su equipo regional.
De esta manera, el nicanorismo hizo el contraataque para restar importancia a la salida del intendente, que oxigenó a la disidencia formada por Luis Castiglioni, “Goli” Stroessner y Julio C. Velázquez.