El presidente Nicolás Maduro acusó a sus enemigos políticos de tratar de asesinarlo en medio de un discurso en público el sábado con aviones no tripulados cargados con explosivos, lo que despertó muchas interrogantes sobre el ataque y quien podría estar detrás de la acción.
Cualquiera sea el resultado de la investigación, las acusaciones de Maduro recayeron sobre el espectro de vehículos aéreos no tripulados que están siendo utilizados por grupos de militantes para lanzar bombardeos, ataques químicos o biológicos, una táctica que por mucho tiempo ha preocupado a los expertos en seguridad. El mercado de drones floreció en los últimos años cuando existe suficiente disponibilidad de unidades y sus precios han caído.
Los llamados cuadricópteros –drones con 4 rotores– que pueden operarse con distancias superiores de casi 2 kilómetros por más de 20 minutos, generalmente pueden transportar una carga limitada. Grupos milicianos como Estado Islámico utilizaron drones para atacar con granadas o estrellarse con infraestructuras.
También se han reportado incidentes que fueron vistos como posibles ataques a jefes de Estado. En enero de 2015 un dron se estrelló contra el jardín de la Casa Blanca luego de que un operador perdiera el control, lo que generó preocupaciones que la residencia presidencial estadounidense podría ser vulnerable. Unos meses más tarde, un hombre que protestaba contra la política nuclear de Japón estrelló un dron, que transportaba arena radiactiva del desastre nuclear de Fukushima, contra la oficina del primer ministro, aunque la cantidad de radiación fue mínima. AFP