Según explicaron en sus respectivas exposiciones de motivos, la intención de crear dichas sedes es para que se canalicen las inquietudes ciudadanas y se impulse una mayor eficiencia a la labor legislativa.
En ambas iniciativas, se establece que se instalarán oficinas en todo el país, pero sin que esto signifique una erogación adicional en el Presupuesto General de la Nación. Sin embargo, con la simple resolución de la Presidencia de Diputados se contratan nuevos funcionarios para las oficinas que se van instalando.
Según Soto, el ciudadano se traslada hasta la sede del Congreso no solo para saludar a sus representantes, sino para entablar denuncias, pedidos y solicitudes, hecho que, según sostiene, implica un gasto, que finalmente es solventado por los parlamentarios.
Para Adorno, el diputado es un representante del pueblo y como tal debe buscar las herramientas para atender las necesidades del ciudadano y viabilizar los requerimientos, reclamos y planteamiento de soluciones a sus proyectos. Dijo que en esto radica la importancia de la instalación de las oficinas parlamentarias.
Ambos proyectos son analizados en las comisiones.