12 feb. 2025

Don Félix de Guarania reclama indemnización

No ingiere sus medicamentos desde el miércoles, en protesta contra la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Hacienda. Afirma que no se tratará hasta cobrar lo que le corresponde como víctima del stronismo.

El escritor Félix de Guarania tomó la determinación de no volver a ingerir sus medicamentos hasta que la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Hacienda se pongan de acuerdo sobre el pago de su indemnización como víctima de la dictadura. Según comunicó, debe recibir unos 104.000.000 de guaraníes, monto que la burocracia se resiste a abonar.
A pesar de que la diabetes que padece requiere de un tratamiento específico y delicado, Félix suspendió su tratamiento desde el miércoles –que consta de 7 medicamentos diferentes por día– cansado de que lo mientan respecto al cobro de su dinero.
“El 28 de agosto pasado, la Defensoría del Pueblo emitió una resolución confirmándome como víctima de la dictadura stronista. Esa nota se pasó, según Manuel Páez Mónges (de la Defensoría) al Ministerio de Hacienda, pero allí me dicen que no recibieron ningún documento y no me van a pagar nada”, comenta.
El escritor asegura que en numerosas ocasiones fue hasta el Ministerio para efectivizar la resolución. Con la negativa y el aviso de que allí no recibieron ningún documento, volvió a dialogar con Páez Mónges, quien le reafirmó que la resolución sí fue enviada con anterioridad.
“Se tiran la pelota y eso a mí me perjudica porque ya no tengo un solo guaraní para comprar mis medicamentos. No tengo recursos, no tengo trabajo y no puedo seguir así. Oñembohory eterei ñanderehe ko’'aa gente (Se burlan mucho de nosotros esta gente)”, dice, indignado, el intelectual.
Félix de Guarania publicó más de 70 libros desde la caída de Alfredo Stroessner. Durante su gobierno fue torturado, apresado y exiliado por 25 años, por denunciar en algunos textos anteriores el drama social que padecía el Paraguay con el régimen dictatorial.
“Pasé lo más fiero de la dictadura por ser un operador cultural. Hacía teatro y denunciaba en mis escritos las cosas malas de la época stronista. Por eso me jugaron bastante. Cuando cayó volví y en diciembre del ‘’89 publiqué ''Tojevy Kuarahy’’ y desde aquella vez lanzo por lo menos tres libros por año”, concluye.