Seitz se refirió nuevamente a las malas prácticas administrativas en los procesos licitatorios. Mencionó que un comportamiento común de las instituciones públicas es dejar a “última hora” las convocatorias pendientes para cumplir con el presupuesto.
“Los contralores públicos, llámese Contraloría General de la República, Contrataciones Públicas y Auditoría del Poder Ejecutivo, tiene un volumen de trabajo que puede poner el riesgo la calidad de los controles, entonces hay una cantidad importante de factores que deben ponerse en consideración y que obligan a mejorar esa mala práctica”, explicó en Monumental 1080 AM.
En ese sentido admitió la dificultad para detectar irregularidades cuando todas las instituciones llaman al mismo tiempo a masivas licitaciones. Consultado sobre si esta situación facilita el amaño en las adjudicaciones, por ejemplo con convocatorias direccionadas hacia determinadas empresas y contratos por la vía de la excepción, que terminan favoreciendo a ciertas firmas, Seitz dijo que con las malas prácticas administrativas es más probable que ocurran estos casos.
El director mencionó que para mejorar estos comportamientos se tomaron medidas a través del decreto reglamentario del presupuesto de este año. Se trata del artículo 311 sobre el Programa Anual de Contrataciones, que en su inciso C exige un informe cuatrimestral a las instituciones públicas sobre el avance de la ejecución de su plan y en caso de incumplimiento de su cronograma, debe presentar una justificación del traslado del llamado al siguiente cuatrimestre.