Este proyecto, luego de muchas trabas de Brasil, fue aprobado por la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM) hace un mes. Sin embargo, nuevamente existen inconvenientes en el bloque regional y la obra paraguaya ni siquiera está siendo analizada por los miembros para recibir la no objeción. Según informó una fuente del Poder Ejecutivo, se trata de una especie de “castigo” al Paraguay y es nuevamente el Gobierno brasileño el que lo está aplicando.
Consultado al respecto, Ramón Jiménez Gaona, ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), confirmó que existe un retraso en la comunicación del Focem, pero se sigue aguardando con optimismo la no objeción. Incluso dijo que se manejaba la posibilidad de recibir el visto bueno en forma virtual, a través de un correo electrónico, algo que hasta ahora no aconteció.
Para recuperar el tiempo perdido, considerando que la obra debía empezar ya en el primer semestre de este año, el MOPC había informado que trataría de hacer una licitación ad referéndum. Es decir, elegir a la empresa constructora que hará la Costanera II, incluso antes de tener la no objeción, para poder adelantar los trabajos. Sin embargo, Jiménez Gaona descartó totalmente esta posibilidad. Informó que el Focem no permite hacer ningún llamado hasta que no otorgue su no objeción. Si se hace una licitación ad referéndum, se corre el riesgo de perder el financiamiento.
La Costanera II tendrá una extensión de 15 kilómetros. Irá desde Gral. Santos hasta la avenida Primer Presidente. Demandará una inversión superior a los USD 116 millones aportados por el Focem.