24 abr. 2024

Diputados hipotecan el país al negar educación a niños y jóvenes

Paraguay invierte en educación alrededor del 3,4% del PIB, a pesar de que la evidencia internacional señala que los países se desarrollan a partir de un piso mínimo del 7%. Con esta evidencia, la mayoría de Diputados acaba de aprobar una reducción de la inversión en educación y ciencia y tecnología. El resultado final será mantener a Paraguay en la senda de bajo crecimiento económico y casi nulas oportunidades de aumentar el bienestar. Adicionalmente hipotecan el país al negar la educación que necesitan quienes serán los responsables de pagar la deuda pública contraída en estos años. Si los que hoy son jóvenes y la niñez que viene detrás no son educados ni reciben buenas atenciones en salud, no habrá capital humano y, con ello, se pierde la oportunidad que ofrece el bono demográfico.

Los diputados y diputadas que aprobaron el cercenamiento al Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI) no representan a la ciudadanía como lo establecen los preceptos republicanos. Al responder a intereses particulares, atentan contra principios básicos de la democracia e hipotecan el futuro del país.

Paraguay se encuentra en plena etapa de bono demográfico. Es decir, tenemos más jóvenes y personas adultas con posibilidades de trabajar y producir excedentes para el país de manera a ahorrar para el futuro e invertir en la niñez y adolescencia que está creciendo para reemplazarlos más adelante.

Si los que hoy son jóvenes y la niñez que viene detrás no son educados ni reciben buenas atenciones en salud, no habrá capital humano y, con ello, se pierde la oportunidad que ofrece el bono demográfico. Este bono se acaba alrededor de la mitad de este siglo (2050-2055), momento en que estarán en plena actividad productiva los niños, niñas y adolescentes que hoy son sacrificados por el recorte de los fondos.

En los próximos quinquenios también enfrentamos los vencimientos de capital de los bonos soberanos emitidos desde 2012, unos 5.000 millones de dólares. Esa deuda deberá ser pagada con los impuestos que aporte la ciudadanía a través de su trabajo.

¿Somos conscientes de que no hay forma de generar suficientes impuestos con una fuerza de trabajo informal, vulnerable, precaria, con baja productividad e ingresos? Los niños, niñas y adolescentes que hoy sufrirán el efecto de la reducción de los fondos del FEEI serán quienes deberán pagar esta deuda.

A pesar del momento histórico en el que nos encontramos para aprovechar al máximo la oportunidad de formar la fuerza de trabajo que exige el país hoy y en el futuro, los parlamentarios, en lugar de legislar a favor de objetivos nacionales, han tomado una decisión en contra de la ciudadanía dando cuenta de su irresponsabilidad y casi nulo compromiso con el presente y futuro de nuestro país.

Nadie puede dudar hoy en día de que el nivel de capital humano es un factor determinante del crecimiento económico y del desarrollo. En un país que se encuentra lejos de invertir lo necesario y estando en la fase de su historia en que más necesita destinar recursos, es totalmente inaceptable la decisión tomada.

Los parlamentarios que votaron a favor aprovecharon la inmovilidad y el sufrimiento por el que está pasando la sociedad y la imposibilidad de que los niños, niñas y adolescentes se manifiesten en contra de ellos para echar mano a los recursos del FEEI. Además de irresponsables, son cobardes, ya que existen recursos mal asignados en el presupuesto que podrían haber direccionado o inclusive apelar a mejorar las recaudaciones de impuestos en aquellos ámbitos en que se verifican altos niveles de evasión. Sin embargo, haciendo abuso de su poder, les sacaron recursos a quienes más necesitan, pero también son los que menos posibilidades tienen de manifestarse en contra de la decisión. Definitivamente, no representan a la ciudadanía ni defienden el bien común.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.