Diputados tuvo el jueves una jornada de trabajo digno de los fraudulentos que allí hay y que votaron de acuerdo a su origen falso.
Estuvieron varias horas discutiendo el quitarle los fueros al diputado José María Ibáñez. Luego, cansados y vendidos, llegaron al tema principal: el que viene de las notas reversales entre Cartes y Macri, donde se incluía buena parte del futuro de la parte paraguaya de venta de la energía en condiciones favorables al Paraguay y, de paso, entraba el tema importante de Aña Cua.
Jugada completa.
Defendiendo los fueros de Ibáñez se defendieron a ellos mismos dado el número de diputados fraudulentos que están en condiciones de ser castigados por la justicia, mucho más que Fariñas, si fueran desaforados.
Y en cuanto a la Binacional Yacyretá la entrega del interés paraguayo fue una clara traición como, desde hace tiempo, Mercedes Canesse lo está diciendo.
Es curioso el asunto de Aña Cua. Lo que nos interesa en el Paraguay es poder vender ahora al precio de mercado el 90% de electricidad que no usamos en las dos binacionales y, más adelante, hacer todas la ampliaciones que pudiéramos, que son muchas. Pero la Argentina nos está agobiando con la construcción de Aña Cua que ella exige ahora porque necesita más electricidad, pero sin darnos libertad para vender a precio de mercado el 50% que nos pertenece en Yacyretá.
Con la decisión de diputados, repetimos, se ha hecho una verdadera traición al Paraguay.
Y las traiciones se pagan. Dios y el pueblo se encargarán de ello.
El trabajo ahora es no dejarles pasar más traiciones que las dos del miércoles. Y sobre todo concienciar y organizar al pueblo para que se vayan todos los traidores.
Y no nos esperan tiempos fáciles. Harán más traiciones. Cortarán las posibilidades de manifestar como pueblo, nuestra voz y aumentarán el castigo con imputaciones y en Tacumbú.