Varios fueron los factores que se sumaron y afectaron al comercio local durante el segundo semestre del año, como la devaluación de las monedas argentina y brasileña, el consiguiente aumento del contrabando de artículos de estos países vecinos, la disminución de turismo de compra y hasta las constantes inclemencias del tiempo, con las constantes lluvias registradas en los últimos meses.
Un informe del Banco Central del Paraguay de julio pasado ya advertía que el sector del consumo fue el más afectado por la caída de ventas, especialmente el de los alimentos, con una disminución del -8,6%, y el de la vestimenta, con una caída del -11,1%, respecto al mismo mes del año pasado.
En ese sentido, el sector supermercadista, uno de los más afectados con la merma de las ventas, también hizo hincapié desde hace meses que la depreciación del peso argentino haría repuntar el ingreso de productos de contrabando, que son una competencia desleal al sector.
Devaluación. Al mismo tiempo, el comercio local se ve afectado por el abaratamiento de los productos argentinos frente a los paraguayos, según ya había destacado hace un mes atrás el economista y ex ministro de Hacienda Manuel Ferreira, que favoreció el flujo de productos argentinos hacia Paraguay, lo que a su vez encendió las alarmas con respecto al contrabando.
Esta actividad ilegal tiene su forma más visible en sus actores más pequeños, cuyos puestos informales aumentaron notablemente en las calles de Asunción y alrededores en el último tiempo.
En cuanto a las actividades de exportación, Ferreira había manifestado que uno de los negocios más afectados sería el de la carne paraguaya, ante el abaratamiento de este producto en Argentina, y su calidad prémium, que juegan en contra de la producción nacional.
Otro aspecto que se suma es la caída que experimentó el turismo de compras proveniente, mayoritariamente, de Brasil y Argentina, que afectó en gran medida a nivel comercial a ciudades fronterizas como Asunción, Encarnación y Ciudad del Este.
El clima. En tanto que un informe difundido por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios indica que, en lo que va del año, los comercios del Área Metropolitana sufrieron pérdidas económicas que rondan los USD 10,7 millones, por efecto directo de las constantes lluvias registradas, que generan inseguridad e incomodidad para el desplazamiento de la población y que evitan que los consumidores salgan a comprar. Esta entidad alegó que el informe corresponde a un año de estudio y se realizó en base a un cálculo de la disminución de las ventas en función a la falta de infraestructura para que la gente se movilice para comprar cuando llueve y la pérdida se estima en ese monto.