“Hay una incógnita muy fuerte que demuestra que por detrás de Curuguaty hay más de lo que nosotros pensamos. Cuando la fiscala que sustituyó a Jalil Rachid hizo su relatorio final dijo que hay que dar una condena ejemplar. ¿Para qué? Para que los campesinos no invadieran más tierras fiscales, que no lo hicieran más”, expresó pa’i Oliva en una reciente visita a la Redacción de ÚH.
“Se le quiso dar a Curuguaty una importancia grande, de que después de Curuguaty iba a ser distinta la cosa y los campesinos iban a quedarse quietos. Eso es muy fuerte, porque entonces el juicio, la apelación y todo lo que viene después está políticamente orientado hacia eso. Más que una causa jurídica, es una farsa jurídica para darle fuerza política a una idea: hay que frenar a los campesinos”, añadió.
Por otro lado, indicó que la Corte Suprema de Justicia tendrá la capacidad de revertir lo que hasta ahora se hizo en el ámbito judicial. “Estos señores están probados inocentes, no pudieron matar. Es un absurdo que dos personas hayan usado una misma escopeta para matar a una persona y esa escopeta resulta que no mata. No se ha podido probar que unos tipos con escopetas para cazar conejos maten a policías. Hay una serie de confusiones tremendas. Se pretende dar un escarmiento y no valen la razón ni las pruebas”, aseguró.
Afirmó que los condenados por la causa que están en la cárcel son presos políticos y advirtió que si la matanza de Curuguaty queda impune, hechos violentos contra campesinos se pueden repetir.