El fiscal Itálico Rienzi realizó un operativo en la ciudad de Fernando de la Mora, donde investigan a una supuesta red de estafadores que realiza presuntamente contratos falsos de venta de inmuebles. Una de las víctimas denunció que pagó más de G. 70 millones por un terreno y que inclusive firmó la transferencia. Un presunto notario fue detenido.
Fue a través de un posteo en Facebook que la víctima supo de un terreno en venta en San Antonio. Se contactó con el vendedor que le envió las fotos de las documentaciones; además, habló con el supuesto propietario y llegaron a un acuerdo en el precio. Se le pasó el contacto del supuesto escribano, con quien trató para la firma de la compraventa de la propiedad.
En mayo de este año se firmó el contrato, en la oficina ubicada en la calle Coronel Rafael Franco de Fernando de la Mora, justamente donde se realizó el operativo ayer, liderado por el fiscal y agentes de la Unidad de Delitos Económicos de la Policía.
Lo llamativo del caso fue que el supuesto notario, identificado como Roberto Fernando Alcaraz Godoy, quien otorgó a la víctima la certificación de firmas a nombre de un escribano renunciante, de nombre Carlos Augusto Ferreira Cañete, de Minga Guazú, “obrando una firma ilegible y un sello a nombre del citado escribano”, se consigna en la denuncia.
DETENIDO. El fiscal Rienzi ordenó la detención de Alcaraz y lo citó para hoy a las 8:00 para tomar su declaración indagatoria.
“Este hombre daba la hoja de seguridad a nombre del escribano Carlos Augusto Ferreira Cañete, de Minga Guazú, quien renunció ya en el 2009, ahora otra escribana tiene ese número de registro.
Advirtió además que si algún ciudadano, a partir del 27 de octubre de 2009, firmó algún contrato y recibió un certificado de seguridad a nombre del escribano renunciante debe estar atento porque el documento es falso.
Según las investigaciones, la propiedad ofrecida sería de un ciudadano argentino. El precio que dieron los timadores a la víctima fue de G. 90 millones, con un pago inicial de G. 45 millones, con 30 cuotas de 1.500.000.
El monto inicial fue entregado, pero luego los presuntos estafadores propusieron negociar los 30 pagarés restantes, alegando que necesitaban dinero con urgencia, porque un familiar estaba internado por Covid-19. A esta propuesta accedió la víctima. Sin embargo, el terreno en realidad nunca pasó a su nombre.
Lo grave es que las personas que integrarían esta red ofrecieron venderle otro terreno, que estaba al lado de la primera propiedad ofrecida.
El fiscal explicó que estas personas están siendo identificadas y serán llamadas a declarar.