El intendente liberal dijo a Radio Monumental que lo que era peligroso, es decir las algas y cianobacterias, desaparecieron de la costa del lago en San Bernardino, pero aclaró que podría haber otros contaminantes. “Es un lago que está absolutamente normal y si se quiere hasta limpio porque llovió mucho”, manifestó Zubizarreta.
Explicó que el cauce del Río Salado está corriendo como consecuencia de las últimas lluvias. Agregó que quizás para mediados de enero o febrero, con el aumento de temperatura, el agua se ponga nuevamente verde.
Lamentó que desde que asumió el Gobierno de Cartes, no se hayan hecho análisis de toxinas, como se realizaban con la anterior administración, cuando se enviaban muestras en forma semanal al Brasil.
Refirió que actualmente el lago podría estar contaminado y ser perjudicial para la salud o un lago sin toxinas. Al respecto reclamó que es grave clausurar sin un estudio técnico, pero adelantó que a través de una empresa que trabaja en la planta de tratamiento de agua de la ciudad otorgó 90 muestras y los primeros resultados se darán a conocer entre este lunes o martes.
Zubizarreta admitió que la gente continúa ingresando al lago a pesar de los carteles indicativos que advierten sobre la presencia de cianobacterias, mientras que los comerciantes de la ciudad se muestran preocupados por la merma de turistas a la ciudad.