Pese a los reclamos ciudadanos, de autoridades locales y justo en el día de la reunión de altos jefes policiales en el Congreso Nacional por la inseguridad en Alto Paraná, nuevamente ayer los delincuentes cometieron dos golpes en Ciudad del Este.
En uno de los casos fue asesinado con un disparo en el corazón el emprendedor Ever Antonio Castellani Aquino, por parte de dos motochorros que simularon ser clientes y le contactaron por las redes sociales, para asaltarle. El crimen ocurrió en una vivienda del barrio San Isidro, donde la víctima vendía joyas por internet.
Horas después, los sospechosos fueron detenidos en Presidente Franco tras una persecución. Se trata de Adrián Ramón Cabral Candia (26), con antecedentes por robo agravado, y Hernán Ariel Leguizamón Roa (25). De su poder se incautaron de 2 revólveres, una moto Kenton, roja, denunciada como robada en la madrugada de ayer, y dinero en efectivo. Las joyas no fueron recuperadas.
Los marginales llegaron al negocio y, al percatarse de que la víctima descubrió que estaban armados, uno de ellos le disparó directamente. El proyectil atravesó la puerta e impactó en la víctima, que cayó muerta al piso. Mientras, los motochorros entraron al local, tomaron las joyas y el dinero.
OTRO CASO. La Policía todavía seguía realizando el procedimiento en la vivienda de la víctima de homicidio, cuando se registró otro atraco en pleno microcentro de la ciudad.
Una gavilla se alzó con un lote de productos electrónicos, presumiblemente baterías de teléfonos celulares, luego de reducir a todos los que se encontraban en un estacionamiento de vehículos, donde las víctimas estaban empaquetando las mercaderías. Ocurrió en el local ubicado sobre la avenida Eusebio Ayala, donde hace menos de un mes había sido robado un cargamento de radios portátiles a la firma Discovery, en otro atraco.
Ayer, los delincuentes llegaron al sitio a bordo de un auto azul, uno de ellos vestido con un guardapolvo blanco de médico y tapabocas, pero armados con escopeta y pistolas para asaltar a los que estaban en el sitio.
Germán Pedrozo, padre de las víctimas, señaló que fue a buscar a unos policías que suelen estar en la esquina de la cuadra, pero no los encontró. EM