El Ministerio de Defensa, mediante un comunicado, aclaró que los siete aviones chilenos (1 Boenig 707 y 6 F-5E) solicitaron la autorización correspondiente a las FFAA paraguayas para el sobrevuelo y posterior aterrizaje que se realizó el 1 de noviembre.
Esto para salir al paso de algunos senadores, que señalaron que se violó el territorio, dando a entender que no hubo permiso para ingresar al cielo nacional.
Las aeronaves debieron descender en la capital asuncena debido a una falla en el sistema de abastecimiento de combustible del tanquero Águila, Boeing 707.
La nota, firmada por el asesor de Relaciones Interinstitucionales del Ministerio de Defensa, Sergio López, sostiene que las naves chilenas procedieron al aterrizaje de emergencia por problemas técnicos del avión cisterna, “que ocasionaron un grave peligro para la aeronave y la tripulación”.
CONTRADICCIÓN. Sin embargo, desde las Fuerza Aérea de Chile señalaron en su momento que durante el traslado no se produjo ninguna emergencia y los aviones llegaron sin contratiempos.
El operativo de traslado de esos aviones comenzó en la norteña ciudad de Antofagasta con destino a Natal, en el nordeste de Brasil, para participar en el ejercicio multinacional Cruzex IV.
El comunicado del ministerio paraguayo alega que los permisos de sobrevuelo y permanencia de aeronaves (tanto públicas como privadas, militares, policías y aduanas, nacionales y extranjeras) “se encuentran normados y reglamentados, habiéndose cumplido a cabalidad en este caso”.
“Se procede a esta aclaración para evitar interpretaciones confusas o malintencionadas del Ministerio de Defensa”, culmina el documento.
