Los aparatos de juegos de azar fueron llevados hasta la dependencia de la Comuna capitalina. Afirman que si los comerciantes no presentan los papeles correspondientes, en el tiempo establecido, las máquinas serán destruidas.
El director de la Policía Municipal de Fiscalización, Máximo Ayala, dijo que al descubrir las máquinas en poder de los comerciantes, las sanciones que se les aplica a los vendedores es de un salario mínimo por día, por tragamonedas. Aseguró que se instruye multa de dos salarios mínimos para los reincidentes y hasta tres salarios si persiste en la falta.
Comentó que como ocurre con estas acciones, con las primeras intervenciones los otros propietarios de las máquinas corren con los aparatos a resguardar en lugares ocultos hasta tanto termine el procedimiento del personal municipal. Prometió nuevas intervenciones.