El equipo incaico que volvía tras 36 años a una cita mundialista, había arribado a Rusia con mucha ilusión y esperanza.
Pero pese a no jugar mal, perdió sus dos primeros partidos (1-0 contra Dinamarca y Francia) lo que le sentenció rápidamente levantando el pañuelo del adiós.
La selección de Gareca se plantó bien ante Francia, que saltó como favorito al campo de juego, pero evidenció mismos errores de su primera presentación, con toques vistosos, pero sin eficacia en el ataque.
A la media hora del juego, Mbappé marcó el único gol del partido y el del triunfo para los europeos. Perú presionó y por momento dominó el partido, pero sin poder vulnerar el arco rival. El pitazo final fue un baño de tristeza, llanto e impotencia. Solo resta despedirse con un triunfo ante Australia.