Por Justiniano Riveros
HORQUETA
Un trabajador de la estancia Oro Verde, en Arroyito, distrito de Horqueta, fue asesinado, presumiblemente en la tarde del sábado, de un disparo en la cabeza. Se trata de Justo Ramón González Bogado, de 64 años de edad. El hallazgo del cadáver se produjo ayer, hacia el mediodía.
El hecho se registró a pocos kilómetros de donde el pasado sábado 27 de agosto, ocho militares fueron muertos en un atentado con bomba que se atribuye a integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Las líneas de investigación del homicidio apuntan a que se trataría de un crimen cometido por personas dedicadas al abigeato.
Efectivos policiales y miembros de la FTC se presentaron en el lugar tras la denuncia realizada por Juan Carlos González Jara, quien descubrió el cuerpo sin vida de Justo González.
Los agentes policiales encontraron el cuerpo en posición de cúbito dorsal y el miembro inferior izquierdo doblado, con una herida de arma de fuego en la cabeza, presumiblemente una escopeta calibre 12.
El fiscal CarloMagno II Alvarenga se presentó al lugar para inspeccionar el cuerpo de la víctima. También lo hizo el médico forense Cristhian Ferreira, quien diagnosticó como posible causa de muerte “shock hipovolémico producido por herida de arma de fuego, con fractura de la base del cráneo, con lesión cerebral en el mismo nivel”. Además, el perito de Criminalística de la Jefatura de Policía de Concepción, oficial inspector Diógenes Insaurralde, realizó las pericias pertinentes.
El cuerpo de la víctima fue llevado a la morgue del hospital de Horqueta y entregado a su hija Myriam Beatriz González, de 36 años.
Hasta el cierre de esta edición se desconocía quiénes serían los autores del hecho.
El distrito de Horqueta se sitúa a unos 40 kilómetros de la ciudad de Concepción, capital departamental.
orden de captura. El asesinado contaba con una orden de captura pendiente por homicidio doloso en la localidad de calle 11 Alemán Cué, de Horqueta
La causa estaba caratulada como “Justo Ramón González Bogado sobre homicidio doloso”.
El juez de Ejecución, Juan Ángel Aguirre, había decretado la rebeldía y ordenado la captura del mismo.