Fernando Lugo nació en San Pedro del Paraná en 1951, pero se crió en la ciudad de Encarnación. Proviene de una familia humilde y de estirpe colorada.
Epifanio Méndez, que en principio colaboró con Alfredo Stroessner y luego se convirtió en uno de los más perseguidos del régimen, es su tío materno.
En 1969 aceptó enseñar en una escuela rural, ubicada a 110 kilómetros de la ciudad de Encarnación, a donde nadie quería ir, librándose así de la obligación de afiliarse al Partido Colorado para conseguir trabajo.
Su vida religiosa la realizó en el seno de la congregación del Verbo Divino, del cual llegó a ser superior provincial de los misioneros de dicho sector religioso en el país.
En Roma obtuvo la licenciatura en Sociología y estuvo como misionero con los indígenas del Ecuador. Camina bajo la filosofía de la Teología de la liberación, que es un movimiento que propone un mayor acercamiento de la iglesia hacia los sectores pobres.
Fue ordenado obispo el 17 de abril de 1994 por el nuncio en Paraguay Sebastián Laboa. Se desempeñó como obispo de San Pedro por 10 años. Renunció el 11 de junio del 2005.
Desde su rol de obispo logró protagonismo al acompañar la lucha de los sectores desfavorecidos, especialmente los campesinos.
La marcha del 29 de marzo de este año que aglutinó a unas 40.000 personas fue la plataforma que evidenció el liderazgo de monseñor Lugo. Desde el movimiento Resistencia Ciudadana llevó adelante varias movilizaciones contra el presidente Nicanor Duarte Frutos.
Renunció a su vida consagrada para incursionar en la política el pasado martes a través de una carta enviada al papa Benedicto XVI.