Olimpia está salvando el año de una forma milagrosa, tras un semestre para el olvido, y sacó ese fuego sagrado interno para capear todos los problemas. Ayer ganó a Nacional de visitante 3-1 y vuelve a la competencia que tan bien le sienta: La Copa Libertadores.
Los objetivos se le cumplen a Julio César Cáceres, ya que logró la Copa Paraguay, clasificó a la Copa Libertadores, dejó la ingrata última posición de la tabla para terminar octavo este Clausura y se jugará el próximo domingo la Supercopa ante Cerro Porteño.
La actitud es fundamental. Olimpia salió a ganar el partido y se notó, ante un Nacional que viene de capa caída y que fue superado en varios pasajes del partido.
Alejandro Silva fue valor fundamental junto a Fernando Cardozo; le dieron movilidad al mediocampo olimpista para desequilibrar y anotar goles.
Silva habilitó a Roque para el primero y marcó el tercero de forma magistral, colgando el balón al ángulo izquierdo. Mientras que Cardozo aprovechó un rebote tras tiro libre de Silva para fusilar a Rojas y sumar en el marcador.
En Nacional se notó la falta de recambio; un plantel corto y una mala racha lo dejaron en la Sudamericana. De igual forma, con poco, López hizo mucho.
La figura
Fernando Cardozo
El volante hizo jugar al Franjeado, asistió a sus compañeros, además de marcar un gol para una victoria rotunda.